Jueces y salud pública

El Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) rechazó ayer la nueva propuesta de toque de queda que le presentó la Generalitat después de que el tribunal tumbara su solicitud inicial de la pasada semana. El tribunal ve la propuesta “innecesaria y desproporcionada” y mantiene el criterio que limita el toque de queda a 19 municipios catalanes (Alcarràs y Balaguer en Lleida). El TSJC argumenta en su resolución que de “los propios datos de la administración solicitante se desprende que parte de los municipios de más de 20.000 habitantes para los que se interesa el toque de queda no alcanzan el índice de más de 125 casos por 100.000 habitantes en la fecha de la solicitud, de manera que según sus propias premisas resultaría todavía más innecesario y desproporcionado el veto nocturno para estos municipios”.

En su resolución, los magistrados abordan el tema de las interacciones sociales, disparadas este primer fin de semana sin toque de queda, y apuntan que el control de este aspecto “no es una medida que deba ser autorizada por juzgados y tribunales” y considera que el hecho de que la policía pueda vigilar estas interacciones de día implica que también pueden hacerlo de noche. “Para conseguir hacer respetar las medidas de distancia social y uso de mascarilla, la Administración dispone de medios igualmente efectivos que no diezman los derechos fundamentales y libertades públicas”, concluye. Si bien estaríamos de acuerdo en lo lesivo que es siempre para los derechos individuales el encierro nocturno, no podemos decir lo mismo en lo que se refiere a la equiparación entre el día y la noche y su control que hace el TSJC.

De día, los ciudadanos, los jóvenes también, trabajan y es por la noche cuando se producen los botellones al estar cerrado el ocio nocturno y finalizar a las 00.30 horas la apertura de la restauración. Y no siendo el orden público responsabilidad de los jueces, sí lo es ayudar al Gobierno de la Generalitat a velar por la salud pública y, si los expertos, médicos y epidemiólogos ven la medida necesaria, no se entiende que el Superior de Justicia de Valencia, por poner solo un ejemplo, vea la limitación de la movilidad nocturna ajustada a derecho en su comunidad, con índices similares a los de Catalunya, y los de aquí, no. En definitiva, convendría que Salud y los otros departamentos implicados tomen cartas en el asunto si no queremos exponernos a la sexta ola, la séptima en Lleida, y ver peligrar la vuelta a las aulas y a la actividad plena en septiembre.

La apertura del ocio nocturno hasta la 1.30 o las 2.00 horas podría ser una solución para evitar las concentraciones de jóvenes, porque al menos en los locales la distancia y la mascarilla serían más fáciles de controlar. Sea como sea, la vía judicial parece ya cerrada y el Executiu hará bien en tomar decisiones rápidas sin olvidar la más importante: vacunar, vacunar y vacunar..