Bofetada de la ONU al Supremo español

El Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas acaba de dar la razón al exmagistrado de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, que recurrió al organismo en enero de 2016 después de haber sido condenado por el Tribunal Supremo a 11 años de inhabilitación por prevaricación al ordenar las escuchas del caso Gürtel, la trama encabezada por Francisco Correa y que implicó a numerosos cargos públicos del PP. El comité recuerda en su dictamen que otros jueces tomaron medidas similares sin que fueran castigados por ello, afirma que la actuación de Garzón “no constituyó una conducta o incompetencia grave que pudiera justificar su condena penal resultando en la pérdida definitiva de su cargo” y exhorta a España a borrar sus antecedentes penales, “compensar” al magistrado y tomar medidas para que nada parecido vuelva a suceder. Este importante y nuevo revés al Supremo español, que a la vez cuestiona muy seriamente la justicia española, ha de servir para de una vez por todas acometer la renovación del poder judicial.

Entre el procés, que ayer mismo vio cómo Escocia archiva la demanda de extradición pedida por España para Clara Ponsatí, eurodiputada de Junts y residente en estos momentos en Bélgica, y ahora con la exhortación a rehabilitar al juez Baltasar Garzón, las bofetadas al Supremo son un suma y sigue que requieren inmediatamente una solución por el bien de la Justicia española y de todos los ciudadanos Atentado y cuenta atrásLa gran explosión registrada ayer a las afueras del aeropuerto de Kabul, con un número de víctimas todavía por determinar, es la evidencia de que las advertencias de los talibanes iban en serio y que el extremismo islámico no está dispuesto a ceder ni un ápice en su sectarismo. Polonia, Hungría, Países Bajos y Bélgica, al igual que EEUU, ya han dado por acabada su misión de evacuar a ciudadanos de estos países y afganos; España y Francia acaban hoy y Gran Bretaña tenía previsto, antes del atentado, alargar la ayuda humanitaria al éxodo hasta el sábado. En total, han salido del país 88.000 personas (unas 1.200 a España, de las que 121 serán derivadas a Catalunya) y a partir de ahora las 10.000 personas que todavía soñaban hacinadas en el aeropuerto con poder salir de este infierno tendrán que quedarse y someterse a la nueva dictadura religiosa que les impondrán los talibanes.

Occidente no ha podido o sabido implantar una democracia en estos 20 años de supervisión de EEUU y cuando se produzca la apagada informativa, que será inmediata, EEUU y Europa tendrán que tomar decisiones que en ningún caso pueden pasar por mirar hacia otro lado por razones geoestratégicas..