Sin toque de queda y más muertos en residencias

Sin el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya rechazó por dos veces el toque de queda que pedía el Govern y anoche ni Balaguer ni Alcarràs debían estar en casa a la 1.00. Los jueces aseguran que hay una pandemia y unas normas sanitarias que de día se cumplen y funcionan y que los tribunales no son los encargados de hacer que se acaten también de noche. Pero la realidad es que hay miles de personas que por la noche sistemáticamente ignoran las normas sobre el uso de la mascarilla y el límite de personas en reuniones y ­fiestas y ni la Generalitat ni mucho menos los ayuntamientos tienen capacidad ni medios para impedir botellones o irresponsabilidades individuales.

Y si bien tienen razón sus señorías cuando afirman que los derechos fundamentales ha costado siglos conseguirlos, y solo se han de ceder en situaciones muy concretas, también es cierto que el virus sigue aquí, los datos del repunte de fallecidos en las residencias es una realidad, y que todo en esta pandemia es excepcional y bajo ninguna circunstancia podemos permitirnos un repunte generalizado de cara a la vuelta al colegio. Porque el problema no son los miles de jóvenes que se juntan sin protección, ya que la gran mayoría, si se contagian, tendrán pocas dificultades para superarlo, el drama es que seguirán haciendo circular el virus y sus padres, sus hermanos mayores, sus abuelos o sus compañeros de trabajo harán otra vez engrosar una lista de infectados que llegarán a los grupos más vulnerables. Las vacunas pasados unos meses pierden efectividad, sobre todo en la tercera edad y en personas con patologías, y entre los que todavía no están inoculados y los que pronto verán reducir su inmunidad, nos podemos volver a encontrar con otro estrés sanitario que ya sería muy difícil de digerir.

Una de las soluciones que propone el ocio nocturno es abrir a partir del martes, porque al menos se evitarían estas aglomeraciones que estamos viendo todos los fines de semana, tanto en Lleida como en el resto de Catalunya. De hecho, el TSJC ha dado al Govern 48 horas para que argumente por qué sigue negándose a abrir estos establecimientos. Decida lo que decida el Superior de Justicia, creemos que la Generalitat haría bien en sopesar esta apertura, porque no tiene demasiado sentido que se dé luz verde a festivales con miles de personas y en cambio se prohíban castellers o locales nocturnos, donde se puede controlar mejor a los usuarios que en cualquier descampado.

Lo que sí está claro es que el éxito más demostrado contra el coronavirus ha sido y es la vacuna, por tanto, Salud ha de seguir insistiendo para alcanzar la inmunidad de grupo lo antes posible y el Estado ha de debatir el marco jurídico actual que permite tal privacidad sobre la vacunación que ni se puede obligar a un trabajador a que informe de si está o no vacunado, y mucho menos obligarle a inyectarse. .