EDITORIAL
El bosque que no deja ver los árboles
Hay una crisis sanitaria provocada por otra crisis sanitaria. La presión asistencial originada por la pandemia de la Covid-19 ha provocado que tanto los CAP como los centros hospitalarios tengan que aplazar visitas no urgentes, así como cirugías. Solo en las comarcas de Lleida se han retrasado más de 500 operaciones.
Los responsables sanitarios llevan meses alertando de que la tensión que soporta el sistema no puede eternizarse porque tendrá consecuencias a medio y largo plazo. Preocupa, en especial, la detección precoz de enfermedades y el seguimiento de pacientes crónicos. Son otros afectados por la pandemia.
En la primera oleada de la enfermedad se multiplicaron las camas hospitalarias y de UCI. De hecho, llegaron a doblarse. Pero esto fue a costa de la atención del resto de patologías.
La Atención Primaria ya tenía problemas de falta de personal y recursos y la Covid no ha hecho más que agravar la situación. Se han tenido que dejar en segundo plano los diagnósticos precoces y el control de los enfermos crónicos porque las prioridades eran otras: atender a los contagiados. Los profesionales han tenido que hacerse cargo de los contagiados confinados, de sus contactos, de dar servicio a las residencias y, desde hace ocho meses, centrarse en la campaña de vacunación.
Y en los hospitales no han ido mejor las cosas. Los enfermos de Covid ingresados en planta y en las unidades de críticos han obligado a los centros a funcionar como si fueran dos hospitales en uno. Los profesionales, desbordados, han tenido que suspender operaciones y retrasar algunas pruebas.
Después de un año y medio largo de pandemia, esta situación anómala pasa factura. Entre las regiones sanitarias de Lleida y el Pirineo hay más de 34.000 pacientes en lista de espera para una consulta al especialista, cerca de diez mil para una prueba diagnóstica y casi 8.000 que esperan para operarse. Y que esperan mucho: 200 días de media.
Ante esta situación, es urgente que todas las administraciones prioricen el refuerzo de la sanidad. Faltan profesionales y faltan medios. Y no es (solo) por la pandemia.
Aprender de los erroresA pocos días de conmemorarse el vigésimo aniversario de los atentados del 11 de septiembre de 2001, regresamos a la casilla de salida. Y no solo porque los talibanes han recuperado el poder. La caótica marcha de las tropas aliadas deja a miles de afganos a su suerte y, en medio de esta situación convulsa, el Estado Islámico provoca una masacre en el aeropuerto que ha sido respondida por Estados Unidos como en 2001, con más violencia y más sangre.
Y la venganza no devolverá las vidas que se han llevado los terroristas..