El ocio nocturno deberá esperar

El Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) desestimó ayer el recurso de la Federación Catalana de Asociaciones de Actividades de Restauración y Musicales (Fecasarm) y decidió mantener cerrados los espacios interiores de los locales de ocio nocturno. Los magistrados entienden que la patronal no demuestra que las medidas de control de acceso a recintos cerrados, como pretendía, tengan la misma “eficacia” que su cierre para contener el virus. El auto acepta las medidas acordadas por la Generalitat, que se prorrogaron el pasado 19 de agosto, para mantener cerrado al público el espacio interior de los locales de ocio nocturno y limitar el horario de la restauración hasta las 00.30 horas.

El TSJC, además, critica que Fecasarm pretenda suspender estas restricciones contra el coronavirus y sustituirlas por otras sin aportar pruebas del perjuicio económico que causan al sector. “Debería acreditar que tales perjuicios presentan una magnitud desproporcionada frente al perjuicio que la apertura de las actividades puede comportar para el interés público”, justifica el auto. Entendiendo el malestar del sector, que lleva mucho tiempo cerrado y con pérdidas difíciles de afrontar, los jueces hacen bien en este caso en atender las consideraciones médicas y científicas, que son las que han de prevalecer.

Ahora bien, la administración ha de compensar estas pérdidas y, dado el retroceso de la pandemia, abrir en cuanto se pueda estos locales, porque del mismo modo que la cultura se ha mostrado segura, con las medidas adecuadas pubs y discotecas también pueden serlo, como se demostró en la prueba piloto llevada a cabo en Sitges. Cambio climáticoLas fuertes lluvias que ayer causaron graves daños al Montsià y Baix Ebre, además de otras comarcas de Castellón y todo el País Valencià, abren de nuevo el debate de lo urgente que es que comencemos a frenar el urbanismo diseñado y construido en cauces de ríos y a fomentar el transporte público y particular con pocas emisiones contaminantes para que, a medio plazo, podamos frenar el calentamiento global del planeta. Solo así podremos dejar un mundo habitable a nuestros nietos y biznietos.

Ya no es un debate a abrir, es una urgencia vital. Y para corroborarlo solo hace falta leer el informe del Grupo Intergubernamental de Expertos de Naciones Unidas, que señala las emisiones de gases de efecto invernadero de las actividades humanas como responsables de un calentamiento del planeta en un 1,1 °C desde el periodo 1850-1900 hasta la actualidad y advierte que la temperatura global alcanzará o superará los 1,5 °C o más de calentamiento en los próximos 20 años. No hay tiempo que perder.

Esta evaluación se basa en los conjuntos de datos recogidos por todos .