EDITORIAL
Apuesta por la Formación Profesional
Educación ha decidido ampliar en casi 200 las plazas de Formación Profesional (FP) en las comarcas de Lleida para el nuevo curso, en los ciclos que han registrado una elevada demanda, según la información facilitada a SEGRE por varios centros.
Tal como publicó este diario, el ciclo que registró más exceso de preinscritos fue el de grado medio de cuidados auxiliares de enfermería que imparte el instituto Torre Vicens de la capital, y el departamento ha acordado crear una nueva línea con 30 plazas, aprovechando el espacio liberado por la pérdida de un grupo de Bachillerato. Asimismo, el instituto la Segarra ganará 15 plazas en el ciclo de grado superior de administración y finanzas.
Además, Educación autoriza a aumentar la ratio en otros ciclos que recibieron más solicitudes que plazas disponibles, de modo que podrán escolarizar a más alumnos.
La propia conselleria confirmó ayer este aumento de plazas en toda Catalunya con la finalidad de paliar esa “demanda excepcional”, que se estima en más de un 23% respecto al año anterior. Como complemento, Educación asegura que ningún alumno quedará fuera y se ofrecen cursos online a todos aquellos excluidos.
Es una solución, sin duda, pero parcial porque si de verdad se apuesta por esta formación académica tan demandada por las empresas y vital para lograr disminuir el paro juvenil y los ninis, que ni estudian ni trabajan, no se puede dejar sin plaza a estos estudiantes, y es evidente que estos estudios profesionales, que requieren más que cualquier otra metodología práctica, no es lo ideal que se cursen a distancia.
Por tanto, de cara al próximo curso habrá que redimensionar y adaptar a la demanda estos estudios. Paralelamente, el Consejo de Ministros aprobó el martes el proyecto de ley Orgánica de Ordenación e Integración de la Formación Profesional.
El ministerio cree que “impulsar la FP es la mejor manera de invertir en la modernización económica a la hora de reducir el desempleo juvenil” y recuerda que el paro afecta hasta seis veces menos a jóvenes con estudios de FP respecto a los jóvenes en general.
La ley tiene un presupuesto de 5.474,78 millones para su implantación en 4 años y se establece una oferta modular y flexible para estudiantes y trabajadores, ordenada en itinerarios formativos que permiten la progresión a través de cinco grados ascendentes. Esta nueva estructura facilita, según el ministerio, el acceso a formaciones de distinta duración que incluyen, por primera vez, unidades formativas.
También es una buena noticia, pero sin la implicación de las empresas o la inversión necesaria puede quedar en el apartado de buenas intenciones que no llegan a fraguarse por carencias presupuestarias.
La figura del aprendiz en las empresas, que reclaman desde hace años pequeñas y grandes firmas, es vital pero requiere algo más que leyes..