Futuro para el campo

El curso escolar dio inicio la semana pasada en sus diferentes modalidades, desde la educación primaria hasta la universitaria, así como en otros ciclos formativos.

Uno de ellos, vital para el futuro de las comarcas leridanas así como para otras zonas catalanas que basan su economía en el sector primario, hace referencia a las escuelas agrarias en las que se forman los futuros agricultores y ganaderos, así como los técnicos de estas materias. Parece que este tipo de formación va consolidándose a tenor de los datos de los que dábamos cuenta el sábado.

Las catorce escuelas agrarias de Catalunya retomaron las actividades docentes con un total de 734 alumnos inscritos, lo que supone un incremento de casi el siete por ciento en comparación con el curso anterior, lo que invita al optimismo de cara al futuro del sector primario.

Otro dato positivo es que el 25 por ciento de estudiantes son mujeres, que van ganando protagonismo en un sector del que siempre han sido partícipes aunque en demasiadas ocasiones con poco protagonismo público pese a su relevante e imprescindible papel en todo el proceso productivo. Así las cosas, parece asegurada la continuación de un relevo generacional en el campo adaptado a los nuevos tiempos.

Es necesario seguir en esta línea haciendo programas educativos atractivos para captar cada vez a más alumnos que aseguren una continuidad y una modernización de la agricultura y la ganadería, sectores que en nada se parecen a los de solo hace unas décadas y que deben seguir adaptándose a los tiempos y a las nuevas necesidades de la sociedad actual.

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El mundo al revés

Hemos analizado y criticado los botellones que se están sucediendo este verano en diferentes puntos de la geografía catalana (llegando incluso a denunciarse una violación en el del sábado en la UAB) sin respetar las mínimas normas sanitarias impuestas para evitar la propagación de la pandemia, pero las imágenes que nos llegaban ayer desde Tiana, con decenas de jóvenes obligando a los policías a huir tras lanzarles objetos y llegando a herir a tres efectivos, ya superan todo lo visto hasta ahora.

El comportamiento incívico de los protagonistas de los altercados es absolutamente injustificable y nos hace reflexionar ya no solo sobre qué mundo dejamos a nuestros hijos, sino sobre qué hijos dejamos al mundo. Ante estas situaciones, y pese a que no es la solución definitiva, es necesario permitir la reapertura del ocio nocturno, que a su vez es uno de los más perjudicados por la pandemia.

Catalunya es una de las pocas comunidades autónomas que aún mantiene el veto pese a las reiteradas peticiones al respecto, tanto del sector como desde diferentes administraciones.

Ya sería hora de que esto cambiara..