EDITORIAL
Nuevo drama en la carretera
No hace ni un mes del grave accidente que costó la vida a una conocida pareja de Lleida en la A-22.
Un conductor desaprensivo embistió la moto en que viajaban y, sin detenerse a socorrerles, continuó su viaje hasta que una patrulla de Mossos detuvo su vehículo unos kilómetros más allá porque circulaba con una rueda pinchada y sin placa de matrícula. Al parecer, este individuo habría dicho que los desperfectos del coche se los causó un animal al que arrolló.
Otro conductor fue el que dio aviso que cerca del lugar se había producido el accidente mortal y, una vez desplazados allí los agentes, se encontraron las dos víctimas y la placa que le faltaba al vehículo.
Si no fuera suficiente con que el causante del siniestro abandonara en el lugar a la pareja, también dio positivo tanto en las pruebas de alcoholemia como en las de drogas. A última hora del sábado se produjo un accidente con fuga.
Un vecino de Alcoletge falleció y la mujer que le acompañaba resultó herida después de que un coche que iba a gran velocidad alcanzara al todoterreno en el que viajaba la pareja en la A-2, en el término municipal de Bell-lloc.
De nuevo el causante de la enésima tragedia en la carretera huyó a pie y campo a través, sin preocuparse por el estado de salud de los ocupantes del otro vehículo. No fue localizado hasta ayer por la mañana en un piso de Lleida, donde fue detenido imputándole los delitos de homicidio imprudente, lesiones y omisión del deber de socorro.
Todo apunta a que no pudo ser sometido a test de alcohol o estupefacientes puesto que, en el caso de arrojar resultados positivos, podría argumentar que consumió estas sustancias después del suceso.
Sobre el primer caso, cabe recordar que la pasada semana la Audiencia de Lleida dejó en libertad al conductor ebrio que causó las dos muertes al considerar que no había riesgo de fuga, ni de reiteración delictiva, por su arraigo y por no tener antecedentes. Esta decisión judicial, que con toda seguridad se ajusta a lo que establece la ley, es difícil de asimilar para el ciudadano de a pie que no entiende cómo una persona que ha causado un daño irreparable pueda estar en la calle a la espera de juicio.
El autor del segundo siniestro pasará a disposición judicial en las próximas horas.
Esperaremos a ver qué decide el juez esta vez.El precio del campo a la mesaUn agricultor cobró el pasado mes 0,60 € por un kilo de nectarinas, mientras que el consumidor pagó en el supermercado unos 3,7 € por la misma cantidad de esta fruta, con lo que el precio casi se quintuplicó de origen a destino. Simplemente es una barbaridad que impide al payés obtener unos precios justos, obliga al comprador a pagar precios desorbitados y que engrosa las cuentas a los intermediarios, que son los que menos arriesgan.
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