SEGRE

EDITORIAL

La Seu Vella, mucho más que un monumento

Creado:

Actualizado:

El presidente de los Amics de la Seu Vella, Joan Ramon González, lamentaba el sábado que a veces la burocracia hace “sufrir” a la Seu Vella y no ayuda en nada a la candidatura del Turó a Patrimonio Mundial de la Humanidad. La crítica apuntaba a que sigue pendiente el proyecto de reubicación de las campanas en los ventanales de la torre, pues “hace más de un año que esperamos la firma del convenio con el departamento de Cultura”; o la misma restauración de la campana Mònica, que hace ya más de siete años que se descolgó del campanario para trasladarla a un taller especializado en Alemania, “que sigue también pendiente de la gestión de la Generalitat”; o la primera fase de las obras de rehabilitación de la muralla en el Baluard Del Rei, “que espera también la materialización del convenio a tres bandas entre Paeria, Diputación y Generalitat”. Es innegable que el conjunto monumental de Lleida requiere de una inversión constante y si bien es cierto que en los últimos años se han llevado a cabo muchas mejoras que han contribuido a su mejora, también lo es que la burocracia y la lentitud administrativa en demasiadas ocasiones ralentizan las actuaciones.

Los leridanos, que tenemos en la silueta de la Seu Vella nuestra referencia constante de ubicación, cuando la vemos ya sabemos que estamos en casa, quizá por acostumbrada tendemos a no darle la importancia que merece. Ella es y ha sido testigo de todas las vicisitudes históricas que nos ha tocado vivir desde que se inició su construcción en el siglo XIII y en su colina o claustro celebramos o rememoramos todas nuestras batallas, las pasadas y las presentes, y por muchas prioridades financieras que tenga la ciudad, su conservación debe ser siempre una de ellas. La ciudad y todas las instituciones, desde la Diputación, la Generalitat, el Gobierno central o la misma Unión Europa, tienen la obligación de velar por este patrimonio que la historia nos ha cedido y cuya valía artística y arquitectónica son merecedoras del reconocimiento, aunque los primeros que debemos valorarla somos todos los leridanos.

El aceite y sus mercadosLa producción de aceite de Lleida, que no hace mucho lamentábamos que en más de un 80% se iba en cubas a Italia o Francia, sigue siendo uno de los valores más importantes de la agroalimentación de Segrià y Garrigues y tanto los payeses como las cooperativas poco a poco han comenzado a regestionar su venta. Ahora, además de a granel, ya son muchos los que han unido esfuerzos para venderlo al detalle o envasado y darle un sello de calidad y de DO. La unión anunciada ayer de las cooperativas de La Granadella y Torrebesses es un escalón más en esta buena e indispensable senda.

tracking