La implantación del pasaporte Covid

Después de que los jueces del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya avalaran la decisión de la Generalitat de implantar el llamado pasaporte Covid para acceder a bares, restaurantes, gimnasios y residencias, la medida no pudo entrar en vigor ayer porque la web que tiene que facilitar el correspondiente certificado quedó colapsada el mismo jueves y continuaba ayer sin funcionar por el aluvión de peticiones. Ha habido un fallo de previsión tanto por parte de los ciudadanos que requieren el certificado como por la misma administración en la activación de los medios para facilitarlo y en consecuencia la implantación del pasaporte para acceder a estos establecimientos ha quedado aplazada hasta el lunes en que se supone que todos los que la piden podrán conseguirla. La medida ha sido considerada idónea por el TSJC, pero de momento no se han disipado las dudas sobre su puesta en funcionamiento y desde la Generalitat se deriva en los establecimientos los mecanismos de control y verificación.

En principio quien quiera acceder a uno de estos establecimientos deberá mostrar un certificado que prueba que ha recibido las dos dosis de vacuna, o bien que ha pasado la enfermedad en los últimos seis meses o bien aportar una prueba con resultado negativo, pero las reticencias de los gremios de hostelería llegan sobre la forma de verificar estos certificados. Planteaban reclamarlos cuando se hace el pedido, pero el protocolo de Salud especifica que los responsables del local tienen que designar personal para el control de accesos, algo que pueden hacer los grandes establecimientos o los que requieren entrada, pero que puede resultar complicado para los locales pequeños o los bares familiares. También se plantean dudas sobre la verificación y las posibilidades de falsificación del documento y aquí se hace un llamamiento a la prudencia y la responsabilidad de los clientes porque se toma esta medida para evitar males mayores y restricciones más drásticas y exigirá la colaboración de empresarios, trabajadores y clientes.

La medida se ha aprobado con una duración inicial de catorce días prorrogables según cómo evolucione la pandemia y además de Catalunya, seis comunidades autónomas ya cuentan con el aval judicial para implantarlo mientras que en el País Vasco los jueces no lo han autorizado, pero todo apunta a que se generalizará la medida, tal como sucede en Europa, y su vigencia se prolongará más allá de las fiestas navideñas. Es una iniciativa necesaria para evitar la propagación del virus, especialmente después de la aparición de nuevas cepas procedentes de Sudáfrica, pero también para incentivar la vacunación de los que hasta ahora no lo han hecho y que ahora tendrán más problemas para acceder a estos locales de ocio. La forma de garantizarnos una cierta inmunidad es generalizar la vacunación y extenderla a los sectores que hasta ahora no se han inmunizado.