Las vacunas deben extenderse a todo el mundo

El miércoles se identificaba en Sudáfrica una nueva variante del coronavirus y el viernes se clasificaba  como “una cepa de preocupación” por la Organización Mundial de la Salud y rápidamente fue detectada en varios países de Europa. El primero en confirmar la presencia de Ómicron fue Bélgica. Se trata de una mujer no vacunada que viajó a Egipto y transitó por Turquía, y que dio positivo el lunes.  “La precaución es necesaria, pero que no cunda el pánico”, afirman todos los expertos en epidemiología.

El mismo sábado, en Alemania el Ministerio de Sanidad confirmó que dos pasajeros que aterrizaron el pasado 24 de noviembre en el aeropuerto de Múnich, procedentes de Sudáfrica, fueron confirmados mediante PCR como infectados con la variante Ómicron del coronavirus. Ambas personas pidieron ser analizadas tras conocer la información sobre la nueva variante, por lo que el ministerio llamó a quienes hubieran llegado en el mismo vuelo a suelo alemán a ponerse en contacto con las autoridades sanitarias. Todas las personas que en los últimos 14 días hayan estado en Sudáfrica deberían reducir inmediatamente sus contactos, someterse a un test PCR, revelar su historial de viaje y ponerse de inmediato en contacto con el departamento de salud.

Entretanto, el Instituto Superior de Sanidad (ISS) de Italia informó que un caso “atribuible” a la variante Ómicron. Reino Unido ha puesto a 10 naciones en su lista roja de viajes, lo que significa que, a partir de ayer, todas las personas que lleguen desde esos lugares deberán hacer cuarentena en un hotel durante 10 días. El viernes incluyó a Sudáfrica, Namibia, Zimbabue, Botswana, Lesoto y Esuatini en la lista.  Israel veta la entrada a cualquier extranjero y España, al igual que el resto de Europa, anunció el viernes que se prohibirán los vuelos procedentes de países del sur de África, pero hasta hoy no se concretarán las medidas restrictivas.

Por lo que respecta a Catalunya, el conseller de Salud, Josep Maria Argimon, aseguró ayer que todavía no se ha detectado ningún caso, pero da por hecho que los habrá, por lo que pide extremar las precauciones, sobre todo el próximo puente de la Constitución y la Purísima. Llegados a este punto, convendría volver al principio, cuando los mismos especialistas y expertos sanitarios advertían que sin una vacunación mundial sería prácticamente imposible dar por acabada la pandemia. Si todos hemos comprobado que la vacuna es el salvoconducto para evitar las muertes masivas, que ya se han cobrado la vida de más de cinco millones de personas en todo el mundo, ¿a qué espera la comunidad internacional para extender la inmunidad a los países menos vacunados? Los países ricos ya cuentan con cierta inmunidad de rebaño que, aunque en diferentes niveles, les previenen de la letalidad.

Entre los pobres, ninguno supera el 10 por ciento de inmunidad. Lamentable.