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Después de que la pasada campaña de esquí quedara truncada por un arranque tardío –hasta el 14 de diciembre no pudieron abrir– y por el impacto de la pandemia y las restricciones a la movilidad, hay ganas de esquiar, y afortunadamente este año ha acompañado la meteorología con una nevada y una bajada de temperaturas justo en el momento oportuno, unos días antes de la primera gran cita que es el macropuente de la Purísima, para el que ya se prevé una ocupación hotelera en el Pirineo en torno al 90 por ciento. Lo más importante, que haya un manto nival suficiente para garantizar la apertura de las pistas, ya se ha conseguido y las estaciones de Port Ainé y la nórdica de Tuixent pudieron abrir el viernes, mientras que Baqueira y Boí Taüll lo hicieron el sábado y durante esta semana lo harán Espot, Tavascan y Port del Comte en lo que es sin duda uno de los mejores arranques de la temporada de los últimos años. Además de nieve, es importante para que la temporada funcione que haya movilidad sin restricciones, lo que de momento parece garantizado si las nuevas cepas no complican la situación y que se cumplan los protocolos de Salud contra la Covid, que también están asumidos tanto por las estaciones invernales como por los mismos esquiadores, a los que hay que seguir recomendando prudencia, mascarillas y distancias y, aunque estén al aire libre, evitar en lo posible las aglomeraciones.

Después de dos temporadas con problemas, que han repercutido en todos los sectores, es importante que este año las estaciones invernales puedan funcionar con normalidad porque el esquí es uno de los motores económicos más dinámicos de las comarcas del Pirineo y este puente de la Purísima representa una parte importante de la campaña y marca el devenir de la temporada, que ha de representar el punto de partida de la recuperación económica en las comarcas de Lleida porque hay ganas de salir, de disfrutar del esquí y de la naturaleza y de recuperar sensaciones perdidas. El tiempo ha ayudado en este arranque y habrá que confiar en que siga acompañando y que la evolución de la pandemia no lo estropee.

La ómicron ya está aquí

Era previsible la expansión y el hospital Gregorio Marañón confirmó ayer el primer caso detectado en España de la variante ómicron del coronavirus en un paciente procedente de Sudáfrica.

De momento se sabe poco de esta nueva variante, aunque sí hay constancia de que es altamente transmisible y la OMS alerta de un riesgo muy alto, por lo que se han interrumpido vuelos con Sudáfrica y se han decretado cuarentenas, pero la nueva cepa ya ha llegado a Europa y España, y no hay otra alternativa que extremar la prudencia y generalizar las vacunas.

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