Claridad para los fondos Next Generation

Se han creado tantas expectativas con los llamados fondos Next Generation y se han prometido tantos millones que si no empiezan a definirse fechas y procedimientos de forma concreta y accesible pueden empezar a generar decepción. La Unión Europea ha creado estos fondos como un instrumento de recuperación, dotado con 800.000 millones para reparar los daños económicos y sociales generados por la pandemia y, según el reparto aprobado a España, le corresponden 140.000 millones de los que 60.000 serían transferencias no reembolsables y los otros 80.000 se facilitarían en forma de préstamos, algo que ya ha sido criticado por Pimec por entender que las pequeñas y medianas empresas ya se endeudaron con créditos del ICO y que necesitan ayudas directas y no más endeudamiento. No es la única crítica al planteamiento de los fondos porque tampoco hay criterios sectoriales, de forma que se garantice una parte del total para las pequeñas y medianas empresas para que no se vean marginadas por las grandes corporaciones con más capacidad para articular proyectos, ni tampoco cuotas territoriales porque será el Gobierno central quien distribuirá la mayor parte de los fondos, aunque algunas líneas de ayudas, como por ejemplo las del autoconsumo energético o las de energías limpias, sí quedan en manos de las autonomías.

Las ayudas europeas se estructurarán en torno a cuatro grandes ejes: el primero, la transición ecológica, para reorientar el modelo productivo, impulsar la eficiencia energética y el despliegue de las renovables; el segundo, la transformación digital, para favorecer el acceso a internet de toda la sociedad y la digitalización de las empresas; el tercero, la igualdad de género para favorecer el empleo femenino y la igualdad de oportunidades, y el cuarto, la cohesión social y territorial, con el objetivo de reducir desigualdades. Son los cuatro ejes diseñados por el Gobierno, pero de momento no se conocen los plazos fijados, ni los requisitos a cumplir, aunque desde el Ejecutivo central se ha anunciado la creación de una ventanilla única y exclusiva para tramitar los proyectos y suministrar información, pero no se espera que sea efectiva hasta el año que viene porque aún tiene que desarrollarse el plan específico que está pendiente de aprobarse en consejo de ministros, con lo que los expertos prevén que hasta marzo o abril no podrán formalizarse las primeras peticiones. Pero quienes sí han empezado a preparar estos proyectos son las grandes empresas, que en algunos casos se han aliado para formar consorcios sectoriales, y que también han buscado la asesoría de empresas especializadas como auditoras o asesores para preparar los dosieres y certificar su viabilidad.

Una posibilidad a la que no pueden acceder las pymes ni los pequeños ayuntamientos, si no encuentran asesoramiento público para evitar que queden excluidos del reparto del pastel.