Récord de venta de forfaits en el Pirineo

Las cifras dadas a conocer ayer por el Patronat de Turisme de la Diputació, con 85.000 forfaits vendidos durante este puente que ayer cerramos, son la plasmación de la tendencia demostrada durante toda la pandemia: El Pirineo de Lleida se ha confirmado como un destino turístico de primer orden. Lo fue ya en 2020, en ese verano de infausto recuerdo cuando se tuvo que cerrar el Segrià por los altos contagios entre los trabajadores de la agricultura, y las cifras se han disparado durante todas las fechas vacacionales claves del 2021, incluyendo ya estos 5 días festivos. Recordemos que en 2019, que no fue un mal año en su inicio de la temporada blanca, se vendieron 71.000 forfaits, bastante por debajo de los 85.000 de este macropuente.

Además, nos tendríamos que situar en el 2010 para encontrar una situación de las pistas tan idónea para la práctica del esquí, con las once estaciones leridanas abiertas. Esta abundancia de nieve, pese al mal tiempo que ha obligado a restringir algunas pistas, ha acarreado también una ocupación hotelera excelente, con casas rurales y bungalows con el cartel de completo, y restaurantes y actividades culturales o paralelas al cien por cien. Y lo mejor de este redescubrimiento del Pirineo de Lleida es que no se centra solo en el invierno, sino que se extiende al verano y a cualquier fiesta de guardar.

Es evidente que el coronavirus y la imposibilidad, miedo o precaución de viajar lejos ha propiciado este aumento del turismo, pero también lo es que las mejoras llevadas a cabo en carreteras, infraestructuras hoteleras y de restauración, rutas culturales o del medio ambiente, el turismo activo y la potenciación del turismo sectorial, que va desde la observación de la naturaleza, a las setas o a los hoteles especializados en motos o bicicletas, han configurado una diversidad muy atractiva para cualquier turista o viajero. Cuando esta pesadilla sanitaria pase será el momento de saber si se ha conseguido fidelizar visitantes que hoy por hoy arrojan unas cifras muy esperanzadoras para el futuro de las comarcas de montaña y su progreso.

Predicar con el ejemplo

Un vídeo difundido el martes por los medios británicos demuestra que el gobierno de Downing Street celebró una fiesta navideña hace un año, en medio de las fuertes restricciones en vigor en aquel momento por la Covid, en la que incluso se mofaban de las ruedas de prensa donde los miembros del gabinete hacían recomendaciones a la población.

Muchos son los mandatarios de todo el mundo que no han dado precisamente el ejemplo que debieran a sus ciudadanos, pero que sea en la cuna de una de las democracias más consolidadas y antiguas de Europa resulta más penoso si cabe.