EDITORIAL
Sin confianza y pendientes de la censura
El alcalde Pueyo ha perdido la cuestión de confianza a la que se había sometido después de que fuera rechazado su proyecto de presupuestos. Es un hecho inédito en la historia reciente de la Paeria, pero que cuenta con precedentes en otros ayuntamientos y que en teoría puede tener consecuencias trascendentales en el gobierno municipal, aunque en la práctica puede convertirse en un mecanismo para prolongar la tramitación presupuestaria y conseguir su aprobación aunque no haya contado con los votos suficientes, como ya sucedió por ejemplo en el ayuntamiento de Barcelona en mandatos precedentes. La cuestión de confianza es un mecanismo constitucional para superar situaciones de bloqueo en cuestiones estratégicas y también para comprobar el respaldo político con que cuenta quien se somete a la cuestión.
En el ámbito estatal, si un presidente de gobierno se somete a una cuestión de confianza y la pierde está obligado a dimitir y también en el ámbito municipal salvo en cuatro cuestiones muy concretas, según el artículo 197 bis de la LOREG, que son la tramitación de los presupuestos anuales, el reglamento orgánico, las ordenanzas fiscales o la tramitación que ponga fin a los instrumentos de planificación general de ámbito municipal. Se introdujeron estas cuatro excepciones a la norma general para dotar de estabilidad a los ayuntamientos y preservar la autoridad del alcalde, pero incluso en estos cuatro supuestos se abre el plazo de un mes para que la oposición presente una moción de censura que refleje la pérdida de apoyo del alcalde. Si en este plazo no se presenta la censura o no prospera con los votos suficientes, se considera otorgada la confianza y aprobados los presupuestos y, a la vista de la aritmética municipal, parece más que complicado que puedan conseguirse los votos necesarios para una moción de censura teniendo en cuenta que debería contar con los votos socialistas, del PP, de los ediles no adscritos y la complicidad del Comú.
Algo difícil de conseguir porque es más fácil votar en contra que a favor y más cuando tendrían que concurrir ideologías tan dispares a dieciséis meses de las nuevas elecciones. Desde el punto de vista político, es sin duda una derrota para Pueyo y su equipo y un fracaso de su estrategia negociadora al quebrarse el acuerdo inicial con los comuns y que solo a última hora buscó un pacto con los socialistas que parecía factible en términos generales, pero acabó estrellándose en el muro del albergue de Pardinyes sobre el que mantienen posturas contrapuestas. Pero desde el punto de vista práctico, todo puede reducirse a un retraso de un mes, porque de no articularse una moción de censura, los presupuestos quedarán aprobados automáticamente el 27 de enero.
Sin acuerdos, no había otra opción porque mayor fracaso hubiera sido prorrogar los presupuestos cuando la ciudad necesita más inversión.