EDITORIAL
Aceite, un sector primario al alza
“Los certámenes como la Fira de l’Oli de Les Borges ayudan a combatir la despoblación que afecta a muchas comarcas como Les Garrigues y sirven para fijar población en su territorio”. Así se expresaba la consellera de Derechos Sociales, Violant Cervera, en la inauguración de la Fira de l’Oli de Les Borges, que se prolongó hasta ayer, y así lo reafirmó en la jornada de clausura la presidenta del Parlament, Laura Borràs. Además, desde el conseller de Economía, Jaume Giró, hasta el de Empresa, Roger Torrent, y la de Justicia, Lourdes Ciuró, animaron a consumir productos de proximidad como el aceite.
Pero para que estas declaraciones políticas tengan concreción y proyección de futuro hace falta que además de la calidad de la materia prima, más que contrastada en este caso, se den las condiciones socioeconómicas que avalen esta apuesta, y, como bien dijo el presidente de la DO Garrigues, Enric Dalmau, el agua y la exportación serán claves para el futuro de este sector. Implantar nuevos regadíos permite asegurar una producción estable, modernizar y diversificar el negocio y sumar valor añadido al oro verde de Lleida. Los distintos canales que cruzan las comarcas de Lleida han aumentado en más de 10.000 hectáreas la superficie de olivos de regadío en los últimos diez años.
La mayoría de estos canales, que lograron su máximo rendimiento entre 2013 y 2016, han permitido salvar campañas tan secas como la última, que registró índices de pluviometría acumulada inferiores a los 400 litros por metro cuadrado. La producción de la DO Garrigues se situará este año en los 4,3 millones de kilos de aceite virgen extra. La DO, que encara la recta final de la campaña, exportando la mitad de su producción a Europa, pero también a Japón, China y Estados Unidos y con unos precios, a granel, que han registrado un notable aumento respecto a la campaña anterior.
En el caso del aceite al por menor, las cooperativas y molinos han hecho un esfuerzo por mantenerlos o aumentarlos ligeramente para no repercutir el incremento de los costes del vidrio, cartón o el etiquetado. Una de las buenas noticias de la Fira de l’Oli fue el certamen virtual que se celebró el año pasado con motivo de la pandemia, que registró más de 60.000 visitas en los tres días de feria durante los cuales se atendieron hasta 458.917 peticiones de usuarios para comprar aceite o que se interesaban por alguno de los productos que ofrecían los expositores en sus portales de la Firaoli.cat. Las demostraciones gastronómicas, concursos y conferencias que se ofrecieron durante los tres días de certamen fueron los más visitados por los usuarios, por lo que se ha repetido experiencia en esta edición pese a recuperar la presencialidad en un sector que cada día se muestra como los de más al alza de Lleida.
En resumen, el camino está trazado y solo falta dotarlo de infraestructuras y ayudas para darle el empujón definitivo.