Un cambio que requería consenso

Parece razonable que el calendario escolar se adapte a los parámetros europeos y que se reduzca el largo periodo vacacional del verano adelantando el regreso a las aulas, pero ya no lo es que la decisión se tome por sorpresa y que se informe a las direcciones de los centros por correo electrónico poco antes de que haga el anuncio oficial el presidente de la Generalitat, sin buscar el deseable consenso con los profesores que tendrán que poner en marcha la medida y los padres que tendrán que adaptarse al nuevo calendario. Que las vacaciones estivales son demasiado largas y que la desconexión durante dos meses y medio es excesiva y perjudicial para el proceso formativo es una cuestión debatida y asumida y puede entenderse el adelanto de una semana en la vuelta a las aulas. Pero el anuncio de que solo habrá clases matinales durante todo el mes de septiembre no ayuda a la conciliación familiar, sino que la complica, y de hecho la misma conselleria tuvo que matizar el anuncio, horas después y a la vista de las críticas, añadiendo que los comedores permanecerían abiertos y que se añadiría una hora extraescolar a primera hora de la tarde, con lo cual la hora de salida sería similar a la del resto del curso sin costes adicionales.

El problema es que todas estas medidas, el adelanto, el horario matinal y la extraescolar añadida, eran desconocidas por quienes tienen que implementarla con la consiguiente indignación de los sindicatos y de las asociaciones de padres. No es la primera vez que se promueve una modificación del calendario porque Ernest Maragall ya lo intentó en el curso 2010-11 con el adelanto de una semana en septiembre que se compensaba con una semana festiva entre febrero y marzo. No prosperó y al curso siguiente se volvió al calendario habitual.

Ahora se quiere compensar la semana de adelanto con un día más de vacaciones en Navidad y el aumento de 3 a 4 de los días de libre disposición, pero más que las horas lectivas, el problema es cómo se ha tomado y notificado la decisión y no sirve la excusa del conseller de que, si hubiesen llevado la cuestión a debate, no se habría podido hacer. Parece elemental que hay que informar a los centros, a los trabajadores y a toda la comunidad educativa y buscar el máximo consenso si se quiere que prospere una reforma.Casado se la juegaNo se presenta a las elecciones de Castilla-León, pero Pablo Casado se juega su liderazgo mañana domingo si el PP, que adelantó las elecciones para conseguir mayoría absoluta, no se impone en las urnas o si necesita a Vox para seguir gobernando, que ya ha anunciado que pasará factura. Las encuestas reflejan igualdad y todo apunta a que la abstención y las listas de la España vaciada serán decisivas.