Promoción y reivindicación

Que los paisajes de Alcarràs y del Segrià se hayan convertido en el escenario de una película que ha recibido el Oso de Oro, uno de los premios de cine más prestigiosos del mundo como los que concede la Berlinale ya es un éxito para nuestras comarcas. La película de Carla Simón, que además lleva el título de Alcarràs, es un gran escaparate para unos paisajes tan desconocidos como atractivos que colocan la comarca en el mapa mundial y pueden representar una promoción extraordinaria después del éxito cosechado con la campaña de Fruiturisme auspiciada desde Aitona. Pero además en la película de Simón que aún no se ha estrenado en nuestras pantallas hay otros valores a considerar como es la reivindicación del mundo de la pagesía, tan olvidado y a veces menospreciado en nuestro propio país.

La historia de la última cosecha de una familia con litigios sobre la propiedad de los terrenos que ha cultivado y que ahora son reclamados por el terrateniente nos retrae a conflictos no tan lejanos en el mismo término de Alcarràs. Y sobre todo plantea la permanente reivindicación sobre unos precios agrarios que llevan años siendo injustos sin que nadie tome medidas y que fuerzan a plantearse el mismo futuro de la agricultura rural. Es una oda al mundo agrario, pero también una reivindicación de los problemas que lo acucian, representada por actores aficionados elegidos en un casting entre habitantes de las comarcas de Lleida que conocen de primera mano esta problemática.

La misma directora explicaba que el mensaje no es demasiado esperanzador porque la gente trabaja de valiente en el campo, pero está enfrentada al constante recorte de los precios y con el reto de las nuevas generaciones que buscan un futuro mejor. Es lo que se vive cada verano, pero que no se conoce fuera de nuestras comarcas y ahora queda reflejado en una película de éxito que además tiene el valor añadido de que está grabada con las variantes lingüísticas occidentales del catalán que hablamos en nuestras comarcas. Una película en suma que sirve de promoción, de reivindicación y para reforzar la autoestima del mundo rural.La inflación por las nubes

Hasta el 7,1 por ciento han subido los precios en enero en Lleida, la inflación más alta de Catalunya, mientras en España se alcanzaba un 6,1 con un incremento que no se veía en los últimos 30 años.

En consecuencia, los sindicatos plantean revisiones salariales para no perder poder adquisitivo, mientras la CEOE apela a la prudencia y ya es curioso que solo pida prudencia cuando se habla de salarios y no cuando se disparan la luz o los carburantes. Olvida que si no se actualiza el poder adquisitivo y el consumo, difícilmente se conseguirá la recuperación.