La pérdida de agricultores y ganaderos

Las comarcas de Lleida han perdido este siglo más del 37% de los agricultores y ganaderos profesionales, según datos de Unió de Pagesos. Han pasado de tener 14.450 personas afiliadas por cuenta propia para actividades agrícolas ganaderas y forestales a la Seguridad Social a finales del año 2000 a los apenas 9.093 que tenía de promedio el año pasado. Un retroceso en el número de payeses que no se frena y, de hecho, apenas había un promedio de 8.976 en enero de este año.

La falta de relevo generacional y la crisis de precios explica una sangría cada vez más evidente y el sector ya ha anunciado movilizaciones para reclamar apoyos. Las comarcas de Lleida han sido y son todavía líderes en porcino y fruticultura y sus sistemas de riegos, maquinaria agrícola o transformación agroalimentaria tienen un nivel de calidad, innovación y explotación de primer nivel mundial, por lo que este descenso paulatino de agricultores y ganaderos debe revertirse y es imprescindible que tanto las administraciones como las diferentes organizaciones agrarias diseñen de forma inmediata una hoja de ruta para evitar que las explotaciones agrarias caigan todas en manos de grandes empresas y que, a la vez, se dote de los recursos suficientes al sector agroganadero para que esto sea factible y posible. El futuro es cada vez más verde y sostenible y no tiene ningún sentido que la economía camine hacia esta convergencia con la naturaleza y el sector primario caiga en recesión.

La película Alcarràs, de Carla Simón, ha conseguido, con su Oso de Oro en la Berlinale, abrir el debate sobre el presente de las pequeñas y medianas explotaciones del llano de Lleida y entre todos debemos aprovechar esta oportunidad para que el campo de Lleida, que tanto ha contribuido al progreso de nuestras comarcas, encuentre el modo y la manera de sobrevivir. El mundo rural debe disponer de los servicios y tecnología suficientes para crear las estructuras de relanzamiento del sector primario, imprescindible para sostener cualquier economía y el que mejor resiste todas las crisis. Otro fracaso de la ONUEl derecho a veto de Rusia frustra la resolución de condena del Consejo de Seguridad de la ONU a la invasión de Ucrania.

China, la India y Emiratos Árabes Unidos se abstuvieron y de nada sirvió el sí del resto de miembros. “Un país está invadiendo a otro, y Rusia es el agresor. No podemos mirar para otro lado”, subrayó la embajadora de EEUU, sin que sus palabras ni las del resto del mundo inmutaran lo más mínimo al representante ruso.

La ONU, creada precisamente para evitar estas guerras, ha vuelto a demostrar que sus buenas intenciones son solo eso, palabras que están atadas de pies y manos por los países con derecho a veto. Otra decepción.