Animac, un oasis de normalidad

Estamos a las puertas de cumplirse el segundo aniversario de la declaración del estado de alarma por la pandemia que ha trastocado nuestras vidas pero a la que hemos hecho frente y, poco a poco, vamos recuperando la normalidad. Nos las prometíamos felices tras dejar atrás la durísima e inesperada variante ómicron pero, como si no fuéramos capaces de vivir sin sobresaltos, hace diez días llegó abruptamente y está conmoviendo al mundo la invasión rusa de Ucrania y sus trágicas consecuencias, especialmente para los ciudadanos de este país. Paralelamente, como decíamos, estamos recobrando la vida normal y, en el caso de Lleida, si hace una semana celebrábamos plenamente las fiestas de Carnaval, la primera convocatoria “normal” tras estos dos años negros, este fin de semana le ha tocado el turno a Animac, el festival de cine de animación que ya ha cumplido 26 ediciones.

Han sido cuatro días de un oasis de normalidad en los que la cultura, sin perder de vista lo que ocurría en Ucrania, ha reinado en la capital del Segrià y mucho más allá de nuestras fronteras puesto que las proyecciones se han podido seguir vía online en la plataforma Filmin. En total el certamen ha congregado a 18.000 espectadores, 140 profesionales del mundo de la creación audiovisual y 300 personas inscritas en el Animac Campus, que han disfrutado de los más de 250 films proyectados. De esta forma ayer bajó el telón con un balance más que positivo y con un emocionante recuerdo a Miguel Gallardo, el reconocido dibujante e ilustrador leridano estrechamente vinculado a Animac desde sus inicios que debía recibir el premio a la trayectoria y que falleció el 21 de febrero.

Los asistentes pudieron escuchar el discurso que tenía preparado para la ocasión, además de admirar la exposición que recogía una parte significativa de la colección de originales y reproducciones que el artista cedió en 2020 a la Paeria para pasar a engrosar el fondo artístico del Museu Morera. En definitiva, un sentido colofón para un festival que, de nuevo, ha demostrado que Lleida es un referente del cine de animación y un destino ineludible para los aficionados y profesionales de este sector cultural.Adiós a un referenteY si el éxito de Animac era la noticia positiva de ayer, la negativa llegó con la muerte del polifacético e iconoclasta cantautor y escritor Pau Riba a los 73 años como consecuencia del cáncer de páncreas que él mismo anunció en diciembre. Ese mismo mes, y pese a la enfermedad, actuó en Les Borges y dejó de nuevo constancia de que era un referente musical, transgresor, innovador y adelantado a su tiempo.

Activo hasta el último momento, su legado difícil de clasificar seguirá influyendo, quizá incluso a su pesar, en la música catalana.