Educación flexibiliza su postura

El departamento de Educación anunció el viernes diversas modificaciones en su propuesta de currículum de Primaria y Secundaria Obligatoria. La más llamativa es la que mantiene los suspensos como “no assoliment”, cuando en su propuesta preveía cambiarlo por “en procés d’assoliment”, pero hay varias más que afectan especialmente a la ESO, en la que se mantiene la filosofía como asignatura optativa en cuarto, se reducen las horas de gestión autónoma de los centros y se incrementan las destinadas a diversas materias como Biología, Historia y Tecnología, entre otras, en detrimento de castellano y catalán. Los centros tendrán tres años para aplicar los nuevos currículums, ampliando así la prórroga de un año que había avanzado el propio conseller Josep Gonzàlez-Cambray el pasado miércoles.

De esta manera, Educación ha modificado su planteamiento justo después de los tres primeros días de la huelga de docentes convocada por todos los sindicatos del sector. Gonzàlez-Cambray recibirá la próxima semana a los representantes sindicales, antes de que el 29 y 30 tengan lugar los dos últimos días de la huelga. Sería bueno que las dos partes hicieran un esfuerzo para acercar posturas y buscar una salida al conflicto.

Para ello, deberían partir de la premisa de que el balance de los tres días de paro no es satisfactorio para nadie. Desde el punto de vista de Educación, porque aunque el seguimiento no ha sido masivo y se ha concentrado en Secundaria, las multitudinarias manifestaciones de docentes han puesto de manifiesto que sus decisiones han generado un gran malestar entre el colectivo que debe llevarlas a la práctica. Y desde el punto de vista de los sindicatos, porque salvo el primer día en los institutos públicos, la repercusión de la huelga ha sido menor de la que podía preverse.

También hay que hacer un llamamiento, una vez más, a buscar un consenso político tanto a nivel español como catalán para evitar los continuos cambios en el marco educativo, pero por desgracia esto parece una utopía.

El albergue de Pardinyes

El pleno del ayuntamiento desestimó el viernes la alegación presentada por la plataforma vecinal de Pardinyes para dejar sin partida presupuestaria al proyecto del nuevo albergue, al unir el Comú sus votos al gobierno de ERC y Junts, mientras que el resto de la oposición la apoyó. Sin embargo, gobierno y oposición apostaron públicamente por el diálogo para intentar buscar un acuerdo satisfactorio para todos, tanto por lo que respecta a los grupos políticos como al barrio de Pardinyes y al conjunto de la ciudad. Ahora habrá que ver si se trata tan solo de proclamas o bien hay movimientos reales que permitan acabar de una vez con este conflicto.