La acogida de los refugiados

Lleida comenzó ayer a otorgar la protección de la Unión Europea (UE) a los refugiados ucranianos. El Estado lleva a cabo estos trámites, que les permitirán obtener permiso de residencia y trabajo, así como abrir una cuenta bancaria, en la oficina de extranjería de la capital del Segrià. Guissona y Tàrrega han organizado autocares hasta el jueves para llevar hasta allí a desplazados por la guerra para que puedan pedir esta protección.

Los dos municipios han reservado horas para que estas personas formalicen los trámites, mientras que Lleida ciudad y La Portella también tendrán en breve su propio horario. Estas cuatro localidades concentran, de momento, a la gran mayoría de la comunidad ucraniana. El subdelegado del Gobierno, José Crespín, explicó que también se atenderá a exiliados que acudan a título individual, aunque siempre con cita previa.

En el primer día de este servicio no se produjo el caos vivido en Barcelona por no haber informado antes que se requería cita previa para ser atendidos. La solidaridad de los leridanos ya la hemos destacado y alabado en diversas ocasiones, pero, después de la atención inicial y de urgencia, ha llegado el momento de que las administraciones atiendan la llamada de los alcaldes, que ya llevan días advirtiendo que hay que articular ayudas públicas para que la acogida inicial no se convierta después en un problema. Ni los familiares ni los ayuntamientos pueden asumir por tiempo indefinido el gasto que comporta el seguimiento y atención a estas personas y es ya urgente activar las inversiones necesarias.

El transporte apremia

Fabricantes y distribuidores consideran que el paro del transporte es ya un “problema de Estado”. Las organizaciones del gran consumo ven de máxima urgencia acabar con la huelga patronal de transportistas y han reclamado a los convocantes “que dejen de coaccionar al resto de sectores, impidiendo el desarrollo de su actividad”. Según la asociación AECOC, que agrupa a más de 30.000 empresas de gran consumo, “el conflicto amenaza ya la producción y peligran más de 100.000 puestos de trabajo”.

Ya decíamos ayer que no puede demorarse ni un día más el paquete de compensaciones anunciadas por el gobierno español para diezmar el impacto del precio de los carburantes. Los países de nuestro entorno ya han aprobado rebajas directas del precio del gasoil, entre 17 y 25 céntimos por litro, y esperar hasta el Consejo de Ministros se nos antoja muy lejos cuando grandes empresas como la propia Danone han anunciado que si no cesan los piquetes en 24 horas no podrán asegurar ya el suministro. La situación comienza a ser peligrosa y hay demasiados sectores en juego para tomarlo con calma.