El canon de residuos se extiende a toda España

El Senado ratificó el miércoles la nueva ley española de residuos, una normativa polémica que crea un canon de residuos estatal y suprime de forma automática el que la Generalitat lleva cobrando desde 2004 por cada tonelada de basura en los vertederos. Sin embargo, dos enmiendas presentadas el mismo día y finalmente aprobadas prevén que el Gobierno español ceda a Catalunya la “gestión, liquidación, recaudación e inspección” del gravamen estatal. Asimismo, abre la puerta a otorgar a los gobiernos autonómicos las “competencias normativas” sobre él en el futuro.

Estas enmiendas deberán someterse a la aprobación del Congreso. Suponen que la Generalitat podría seguir cobrando el canon de residuos, pero perdería la capacidad de decidir sobre él: deberá atenerse a las condiciones que dicte la normativa española. La promesa de ceder también la capacidad normativa sobre este impuesto está sujeta a cambios en el marco legal que regula la financiación autonómica.

Tanto ERC como el grupo nacionalista (GPN, que incluye a Junts) votaron en contra del proyecto de ley estatal, que pudo aprobarse gracias a la abstención del grupo popular. En las últimas semanas se ha hablado mucho y con gran interés de las deslocalizaciones, por las mejoras fiscales o facilidades que encuentran empresas en otras comunidades autónomas. Es evidente que el cuidado del medio ambiente, el crecimiento sostenible y los parámetros de seguridad varios y de diferente índole que ya lleva años imponiendo Catalunya son algunos de los motivos por los que algunas firmas optan por marcharse.

Pero no es menos cierto que estos criterios medioambientales para diezmar cualquier tipo de residuos se acabarán imponiendo, porque son directrices europeas que todos los estados miembros deben cumplir. Ser rígidos en el cumplimiento de las normas puede provocar inconvenientes inmediatos, pero es una apuesta de futuro que tarde o temprano dará sus frutos. Y eso no quiere decir en absoluto que no se deba evitar en todo lo posible la fuga de empresas, al contrario, la Generalitat debe dar las máximas facilidades a quienes van a crear trabajo e inversión, pero proteger y cuidar el entorno es una máxima que todos debemos apoyar.

Sin avances en Ucrania

La cumbre de la OTAN de ayer en Bruselas y las declaraciones del presidente de EEUU, Joe Biden, no sirvieron para adelantar en el proceso diplomático, que es la única manera de alcanzar la paz en Ucrania sin que los muertos y la recesión económica nos alcancen a todos. Demasiada propaganda bélica que a nada conduce. Putin es un dictador que no retrocederá con amenazas y, si la Alianza entra en combate, nos abocamos a una guerra mundial.