Menos da una piedra

Ayer entró en vigor la bonificación aprobada por el gobierno español de 20 céntimos en el precio del litro de combustible y son muchos los conductores que llevaban varios días apurando el depósito o repostando con cuentagotas a la espera de poder beneficiarse de la rebaja, que se aplicará hasta el 30 de junio, lo que generó colas en algunas estaciones de servicio. El descuento aprobado se aplica al gasóleo (A y B), la gasolina, el gas (GNC/GNL/GLP), el bioetanol, el biodiésel y el aditivo Adblue. La rebaja supone un ahorro de 10 euros en el repostaje de un tanque de 50 litros.

Si se llena al precio medio actual del combustible, en el caso del gasóleo A, con el litro ayer a una media de 1,854 euros, el depósito cuesta 92,70 euros. Si se utiliza gasolina sin plomo 95, que ayer tenía un precio de 1,818 €/l, el coste se queda en 90,90 euros. Al aplicar el descuento, la factura final es de 82,70 y 80,90 euros respectivamente.

Según cálculos de la OCU, durante los próximos tres meses, la bonificación supondrá un ahorro medio de unos 75 euros para las familias españolas. Evidentemente, la medida no parará la crisis ni aliviará del todo a los transportistas y creará más burocracia a las gasolineras, pero sería injusto no reconocer que, aunque tarde, es una decisión indispensable para paliar la inflación desbocada y, junto con el resto del plan de choque, imprescindible para frenar otra desaceleración económica, que después de la padecida por la pandemia, tendría consecuencias incalculables y, pese a que solo sea una tirita en la gran herida que tenemos, es positiva como punto de partida.

Lambán debe reflexionar

Catalunya lleva años gestando una candidatura olímpica de unos Juegos de Invierno y cuando finalmente se presentó al Comité Olímpico Español (COE), este sugirió que sería buena idea hacer pruebas también en Aragón, al compartir los Pirineos.

Catalunya aceptó, pese a algunas críticas internas, y firmó el acuerdo técnico para el reparto de pruebas. Ahora Lambán da marcha atrás y se niega a rubricarlo con la excusa de que las pistas aragonesas deberían acoger las pruebas de esquí alpino. Recordemos que Aragón (Jaca concretamente) fracasó 5 veces en sus intentos para organizarlos sola, y hasta los disputó con Granada en 2010.

Ahora, la propia capital de esta autonomía, Zaragoza, el ministro de Cultura, que es del mismo partido que Lambán, y la Síndica de Aran, también en la órbita socialista, piden al presidente aragonés que reflexione porque su pataleta es infantil, irresponsable e impropia del gestor de Aragón, con quien Catalunya compartió Corona y con quienes tantos lazos de vecindad e historia nos unen. Los Juegos no son el arte del Diocesà de Lleida, señor Lambán.