EDITORIAL
El campo se queda helado... otra vez
Todo apuntaba a que dejábamos atrás los efectos más letales de la pandemia, tanto a nivel humano como en el aspecto económico, pero la invasión de Rusia a Ucrania iniciada hace poco más de un mes marcó el comienzo de otro ciclo de penurias que se prolongará hasta quién sabe cuándo. Este nuevo escenario se ha traducido en problemas de abastecimiento desde materias primas a energía, lo que, a su vez, está comportando un aumento desbocado de precios. Este panorama estaba ya ocasionando problemas en el primer sector como son el aumento de precios de los combustibles y la escasez o retrasos para conseguir productos químicos imprescindibles para el campo.
Pero si la situación ya pintaba negra, la ola de frío llegada el fin de semana, la peor registrada en abril de los últimos 30 años y que se ha traducido en considerables heladas con temperaturas de hasta -6º las dos últimas noches, ha afectado de forma muy perjudicial a los campos de frutales de hueso, perales y de almendros que, ya entrada la primavera, habían dejado atrás la fase de la floración. Aunque todavía resulta prematuro hacer valoraciones, se teme que los daños puedan ser incluso superiores a los que causó el frío el año pasado, cuando la cosecha cayó un 50 por ciento. Estos perjuicios se han cebado especialmente en las nuevas variedades introducidas en algunas zonas que no se adaptan a los riesgos meteorológicos propios del llano de Lleida.Pero los efectos de las inclemencias del tiempo no se traducirán solo en la bajada de producción sino que pueden provocar un problema laboral grave que se extenderá a las centrales y a las cooperativas.
Y es que, como efecto dominó, se reducirá la necesidad de mano de obra en el sector agrario y las personas que se desplacen a Ponent no tendrán donde reubicarse laboralmente, lo que requerirá de actuaciones paliativas. Ante este panorama, es necesario que el seguro responda con rapidez ante esta situación crítica y que las administraciones sepan estar al lado de un sector vital para la economía de nuestras comarcas.Menos plásticos
El Congreso aprobó el pasado jueves la ley de Residuos y Suelos Contaminados que, entre otros aspectos, prohibirá la venta de productos de plástico de un solo uso y, de cara al futuro, impulsará el retorno paulatino de la venta a granel así como el uso de envases reutilizables, entre otras acciones. Medidas como estas, que son de pura lógica y recuperan costumbres de antaño, son imprescindibles para mejorar la maltrecha salud del planeta y en nuestras manos está hacerlo posible.