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EDITORIAL

Conciliación de la vida laboral y familiar

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El ayuntamiento de Lleida pondrá en marcha el proyecto piloto “+ Temps x tu” a partir del próximo 19 de abril. Con una duración de hasta el 23 de junio, esta iniciativa pretende trabajar por la conciliación de la vida laboral, familiar y personal poniendo a disposición de las familias un servicio de canguros gratuitos en equipamientos municipales para el cuidado de niños de 4 a 12 años. Concretamente, el servicio funcionará de lunes a sábados en varias escuelas y ludotecas.

El formulario está abierto a todo tipo de familias, pero tendrán prioridad las monoparentales, madres víctimas de violencia machista y mujeres en situación de paro que deben formarse para un nuevo trabajo o hacer trámites para conseguirlo. La conciliación del trabajo y la familia es el gran caballo de batalla de los movimientos feministas de los últimos años, una vez logradas unas mínimas cotas de igualdad en la justicia, la educación y el acceso al mundo laboral. Antes de la crisis económica del 2008, los planes de las empresas para lograr que las mujeres no renunciaran a su promoción profesional para hacerse cargo del cuidado de los hijos se había convertido en una prioridad para no perder su talento, normalmente con grandes notas académicas pero que renunciaban a cotas de poder por la dificultad de conciliar.

El crack financiero dejó en suspenso muchos de estos planes y, cuando parecía que tanto gobiernos como empresas y sindicatos volvían a priorizar esta igualdad de oportunidades, la pandemia obligó a cambiar muchos proyectos a los que la Paeria pone ahora este granito de arena. En demasiadas ocasiones debemos recordar que la igualdad real no llegará hasta que mujeres y hombres compartan el cuidado de los hijos, las tareas domésticas y la atención a personas mayores o dependientes, históricamente en manos de las mujeres, y en esta equidad real debemos poner todos nuestro empeño. Una sociedad que pierde talento y progreso por la imposibilidad de hacer compatible la familia y el trabajo pierde en igual proporción inteligencia colectiva y bienestar social y personal.

El fin de las mascarillas

Las mascarillas tocan a su fin y, si la Covid sigue con este ritmo decreciente, después de Semana Santa terminará la obligatoriedad de llevarla en interiores. Evidentemente es una buena noticia porque indica que el fin de la pesadilla colectiva que hemos vivido está cerca y que las relaciones sociales volverán a la normalidad, con las excepciones lógicas que la prevención aconseja en personas vulnerables, transporte público y centros sanitarios. Tiempo tendremos para analizar las lecciones de esta pandemia de cara al futuro, pero el adiós de las mascarillas es sin lugar a dudas muy positivo.

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