No basta con aplaudir 'Alcarràs'

El orgullo, autoestima, satisfacción y tantos adjetivos o sustantivos como ustedes quieran que sentimos en Lleida por el éxito de la película de Carla Simón no bastarán para dar un giro de 180 grados a la situación crítica por la que atraviesa la agricultura y ganadería leridana. Alcarràs es un retrato íntimo y a la vez colectivo de un mundo que agoniza y que lleva años dando señales de alarma sin que, por el momento, se hayan puesto sobre la mesa las medidas necesarias para revertirlo. Lleida ha basado el progreso de los últimos cien años en la tierra, el regadío y las explotaciones agroganaderas y la reconversión necesaria para hacerlas rentables y en ningún caso debe pasar por su desaparición para dejar todo este potencial en manos de cuatro grandes empresas.

Hay que salvar a los payeses pequeños y medianos y esto solo será posible si las administraciones apuestan por líneas de ayudas de todo tipo y los consumidores pasamos del aplauso a la acción, es decir, compramos y comemos productos de proximidad. Es evidente que para que esto sea viable, los precios, tanto los que pagamos en el supermercado o frutería como los que cobra el productor, deben ser competitivos y dignos y esto, a su vez, obliga a que no se puede vender a pérdidas, que se evite el monopolio y que se haga una radiografía del mercado, tanto interior como exterior, y se actúe en consecuencia. Estas actuaciones urgentes no están reñidas con complementos económicos como la energía verde, el ecoturismo o cualquier otra iniciativa que asiente a los vecinos en el territorio.

Pedro Sánchez salva su plan

El Gobierno de Pedro Sánchez logró ayer finalmente convalidar el decreto ley de medidas para hacer frente a las consecuencias económicas y sociales de la guerra de Ucrania con 176 votos a favor y 172 en contra, gracias en particular al apoyo de los grupos vascos, PNV y EH-Bildu, y el PDeCAT, en un pleno marcado por el caso Pegasus de espionaje al independentismo que provocó el voto en contra de ERC, socio habitual del Ejecutivo de coalición, y severas críticas y recriminaciones del resto de aliados e incluso desde su parte morada. El líder del PSOE está acostumbrado a hacer malabarismos políticos y de nuevo ha vuelto a demostrar que tiene cintura para salir con éxito de envites diversos. Las medidas aprobadas son positivas para el conjunto de la sociedad y han de ayudar a sobrellevar las crisis por la pandemia y la guerra, pero hará bien Sánchez en no dar por cerrado el Catalangate y cuanto antes se aclare y se depuren responsabilidades mejor para todos. La democracia, la separación de poderes y la libertad ideológica están en entredicho y estas son palabras sagradas en un estado moderno.