Por una salida negociada al conflicto educativo

Los sindicatos de profesores de Catalunya mantienen el pulso con el departamento de Educación y han convocado cuatro nuevas jornadas de huelga en las escuelas de Primaria y Secundaria para los meses de mayo y de junio. Los paros serán los días 17 y 25 de mayo y 2 y 9 de junio, según anunciaron ayer en una rueda de prensa conjunta ante la sede del departamento de Trabajo. La novedad es que las huelgas del 17 de mayo y del 2 de junio serán parciales, de 08.00 a 10.00 horas.

Tras ese parón de dos horas, los docentes volverán a retomar su actividad en las aulas. En cambio, las huelgas del 25 de mayo y del 9 de junio serán de toda la jornada escolar. Han descartado, por el momento, los siete sindicatos convocantes (Ustec, CCOO, Intersindical, Aspepc, UGT, CGT y Usoc), la propuesta de Aspepc de convocar una huelga indefinida a partir del 13 de junio.

Sin embargo, la mantienen sobre la mesa en función de la respuesta del profesorado a estas cuatro jornadas de huelga. “Si el profesorado responde y sale a la calle, no descartamos acciones más contundentes”, señaló Lorena Martínez, representante de UGT. Llegados a este punto y entendiendo las razones de los enseñantes tras dos años muy duros para ellos y asumiendo también que la conselleria persigue con los cambios que quiere aplicar mejorar el calendario y los contenidos de los planes educativos, ha llegado el momento de pedir a ambas partes que hagan el favor de reiniciar las conversaciones porque la escuela es un elemento esencial del país que no puede estar sometido a conflictos constantes.

Es necesario que el departamento y los sindicatos hagan tabla rasa de lo sucedido en las últimas semanas e intenten llegar a acuerdos que sean aceptables para todos. Los sindicatos han puesto ahora el foco en la reivindicación de reducir ya el próximo curso en una hora la jornada lectiva de todos los docentes de Primaria y Secundaria, para volver a la que tenían antes de los recortes, mientras que Educación ofrecía hacerlo solo en las escuelas argumentando que no hay disponibilidad presupuestaria para hacerlo también en los institutos. La diferencia no es tanta, pero los sindicatos alegan que llevan muchos años esperando la reversión de los recortes y esta no acaba de concretarse.

Es cuestión de poner los números sobre la mesa y abordar qué medidas son viables y qué contrapartidas pueden ofrecerse para las que no lo sean. En los últimos meses, ha dado la sensación de que primero la conselleria y ahora los representantes sindicales han dado prioridad a conseguir todos sus objetivos antes que negociarlos con la otra parte y ver dónde pueden converger, lo que ha provocado una espiral de enfrentamientos que no hace otra cosa que perjudicar a la educación pública, que es básica para garantizar la formación de todos los niños y adolescentes, así como la lengua y cultura catalanas, que todos dicen defender.