Lleida crea nuevas materias primas

Lleida da los primeros pasos para transformar los residuos agrícolas, ganaderos y forestales en nuevas materias primas para todo tipo de usos, desde la alimentación hasta la construcción. Diferentes proyectos apuntan desde hace tiempo en esta dirección, y el encarecimiento de los materiales y la energía les hace ganar ahora interés y viabilidad. Antioxidantes naturales para alimentación obtenidos de restos de pino blanco, conservantes orgánicos para cosmética procedentes de residuos vegetales e incluso la posibilidad de fabricar grafeno con los gases que emanan los purines, son algunos de los ejemplos de esta innovación agroindustrial que se está experimentando ya en las comarcas de Ponent y que pueden comportar ahorro, progreso y nuevas vías de asentamiento rural en este próximo futuro que camina hacia buscar alternativas no solo a los combustibles fósiles, sino en crear materias primeras alternativas y más sostenibles que las que tenemos en el mercado.

La apuesta para dar valor a las deyecciones ganaderas, en lugar de tener que pagar para tratarlas o cultivar cannabis para construir edificios y otras reutilizaciones de eficiencia energética son un camino en fase de experimentación pero que avanza con paso firme dada la necesidad imperiosa existente de revertir las dependencias que tenemos actualmente de los materiales actuales. Reinventarse, innovar y utilizar nuestro entorno para mejorar el bien común y comunitario ha de ser una prioridad para todos y las administraciones han de dar el máximo apoyo a estos proyectos.

Vuelven los museos

Ocho equipamientos culturales de la ciudad de Lleida abrirán y otra docena de la Xarxa de Museus del llano y Aran abrieron sus puertas ayer en horario nocturno (desde las 20.00 h y hasta la medianoche), en la recuperación plena de La Nit dels Museus, una celebración promocional de puertas abiertas y actividades lúdicas y culturales de difusión del patrimonio, en una iniciativa que nació en Francia en 2005 y que se extiende ya a 120 ciudades europeas.

Recuperar estas visitas al pasado o al más innovador presente es otra de las buenas noticias de dejar la pandemia atrás. Es fascinante recorrer mundo, pero no hay nada más enriquecedor que la cultura del entorno, para apreciarlo y valorarlo. Todos somos conocedores de la importancia hidroeléctrica de Lleida, pero pocos conocen cómo funciona una central y el Museu de Capdella ofrece visita guiada con un ingeniero, por no hablar de los dinosaurios de la Conca Dellà o en la capital, desde el Castell dels Templers al Museu de Lleida, antes Diocesà, que tanta tinta ha hecho correr desde la partición política de la diócesis. Excelente iniciativa.