Hoy puede ser un gran día y mañana también

Bien está lo que bien acaba y hoy será un gran día salga cara o cruz del partido que el Lleida jugará esta tarde frente al Sestao en Elda. Y será una jornada para estar orgullosos del equipo que lleva el nombre de la ciudad y de la provincia porque jugadores, cuerpo técnico y aficionados en general vimos el abismo muy de cerca. Deudas, amenazas de quedarse sin campo, desprestigio para toda la ciudad, prácticas que rozan la legalidad y la inmoralidad y un sinfín de irregularidades que hubiera sido lo más normal del mundo que hubieran acabado con otro descenso para el Lleida.

Y no ha sido así, más bien todo lo contrario, ya que la entrega del equipo, la fortaleza de Gabri y por supuesto la ilusión y formalidad en el cumplimiento de sus promesas que ha mostrado hasta el momento Luis Pereira han conseguido este pequeño milagro de jugar hoy para volver a la tercera categoría estatal, actualmente denominada Primera RFEF, y seguir soñando para cotas más altas. Y no sería justo alabar la trayectoria deportiva del equipo en esta convulsa temporada sin hacer un especial hincapié en la fidelidad de una cincuentena de seguidores que no han dejado al equipo nunca solo. Es muy fácil subirse al carro de los ganadores, pero el mérito de apoyar a los tuyos en los momentos más bajos es menos frecuente.

Hoy será además un gran día para el deporte femenino en general y para el fútbol en particular. El Barça juega en Turín para revalidar su título de la Champions, pero su gesta va mucho más allá porque, gracias a Alexia Putellas, Aitana Bonmatí, Mapi León y resto de la plantilla, que han roto todos los techos de cristal que han invisibilizado, cuando no marginado, el deporte femenino, hoy las niñas ya tienen un espejo en el que mirarse y un camino mucho más corto para llegar a la igualdad. Y siguiendo con la preciosa canción de Joan Manuel Serrat, mañana también puede ser un gran día para el AEM femenino, que ha trasladado a Lleida el orgullo y éxitos del fútbol femenino y que necesita ganar para seguir luchando por la permanencia.

Vuelve el AplecY si el Lleida, Barça y AEM tienen en vilo a su afición, la capital de Ponent arrancó anoche su fiesta más popular y multitudinaria, el Aplec del Caragol, que sin distinción de ideologías, creencias u origen une este fin de semana a miles y miles de personas en torno a uno de los platos gastronómicos preferidos de los leridanos y que tras los dos años de restricciones a las que nos ha obligado la pandemia, vuelve con más fuerza e ilusión que nunca. Poco pensaron los cuatro amigos que se reunieron en el choperal del río Segre para hacer una caragolada, que su idea sería, 43 años después, universal.