Explicaciones insuficientes

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado una reforma de la ley que regula el CNI para evitar que escándalos como el del espionaje con Pegasus vuelvan a producirse. Lo hizo durante su intervención de ayer en un pleno monográfico que duró cinco horas.“Con este Gobierno, no hay espacio para la actuación ilegal de servicios del Estado”, aseguró Sánchez, que también anunció que se van a acelerar los cambios en la ley de Secretos Oficiales, vigente desde el franquismo en 1968 e “impostergable para el líder del Ejecutivo”, a pesar de llevar años bloqueada en el Congreso. En su intervención, se comprometió también a aumentar el presupuesto para el CNI.

Las explicaciones del jefe del Ejecutivo, si bien muy necesarias, dejan los mismos interrogantes que antes de iniciarse la sesión: ¿quién compró Pegasus y quién ordenó las escuchas ilegales hechas en los últimos años? ¿Quién recibió y recibe los informes que se hicieron durante los mandatos del PP y que se siguieron haciendo con el PSOE? ¿Quién dispone de ellos para filtrarlos a los medios a su conveniencia? ¿Por qué mientras el PSOE negociaba con ERC para formar gobierno en España, se espiaba al actual presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, como un presunto terrorista, miembro de una banda criminal o de alguien que amenaza la seguridad nacional española? ¿En base a qué argumentos jurídicos se espió a líderes independentistas, abogados, alcaldes (como el de Mollerussa) o periodistas si todas sus acciones pasaron por el Parlament de Catalunya con luz y taquígrafos? Demasiadas preguntas sin respuestas y mucho trabajo por delante si de verdad se quieren limpiar las cloacas. Alcarràs solo sería un puebloLos productores de cine independientes exigen al Gobierno de Pedro Sánchez que dé marcha atrás en los cambios introducidos en la nueva Ley Audiovisual, que prima las grandes plataformas y estudios en detrimento de los independientes o más modestos, como bien explicó en Cannes María Zamora, productora precisamente de la película Alcarràs, esta joya de Carla Simón filmada en Lleida, que explica la problemática frutícola del Baix Segre, con actores de aquí, en nuestra lengua y cuya exhibición comercial ya ha superado el millón y medio de euros, además de ganar evidentemente el Oso de Oro del Festival de Berlín. Alcarràs es la película más vista en todo el estado desde su estreno este 2022.

Si el talento independiente, si los directores y productores que intentan ir más allá del simple espectáculo y explican historias que conllevan reflexión, crítica social o debate ven recortados sus ingresos, la cultura en general perderá su principal baza para subsistir y emocionarnos con historias que se alejan del circuito convencional y estrictamente mercantilista.