La lengua no deberían decidirla los jueces

El Consell Executiu aprobó ayer el decreto para responder a la sentencia que impone el 25% de castellano en las aulas. El texto rechaza la aplicación de porcentajes en la educación en Catalunya y establece “la inaplicación de parámetros numéricos, proporciones o porcentajes en la enseñanza y el uso de las lenguas”. También contiene un segundo aspecto destacado, que es que la conselleria de Educación será la encargada de “validar en un periodo no superior a los 30 días el proyecto lingüístico” que presente cada centro.

Esto quiere decir que el departamento de Josep Gonzàlez-Cambray “asume la responsabilidad sobre la legalidad” de los proyectos lingüísticos. En definitiva, que Educación se hace responsable de las eventuales consecuencias legales de las decisiones que tomen las escuelas. Seguramente no es la solución ideal para garantizar al cien por cien la inmersión lingüística, pero sí es un instrumento útil para no poner en peligro a los directores de las escuelas y a la vez radiografiar las necesidades de cada centro en el momento de decidir cuál requiere un refuerzo del catalán y cuál del castellano.

La lengua jamás debería ser un instrumento político, sino un orgullo para el conocimiento y la diversidad cultural, y deben ser los docentes quienes decidan las proporciones. Elecciones andaluzasA tres días para que comience la campaña electoral en Andalucía, el Partido Popular lograría una holgada victoria que le permitiría gobernar sin Vox al sumar más diputados que toda la izquierda junta. Es la principal lectura de la encuesta efectuada por la empresa 40dB para la Cadena SER.

Sondeo que deja abierta la puerta a que las formaciones de izquierda den todavía la sorpresa, algo que solo ocurriría si movilizan a todo su electorado en las tres semanas que quedan hasta el 19 de junio, ya que el 30% de los encuestados aún no ha decidido su voto. El PP casi doblaría sus resultados de 2018 y ganaría las elecciones con un 36,5% de los votos, con una diferencia de diez puntos sobre el PSOE. La tercera fuerza más votada sería Vox, que experimenta un notable ascenso al atraer el 16,4% de los sufragios.

Ciudadanos se descalabra al recibir solo el 3% de los sufragios y se quedaría sin representación parlamentaria. El PP considera estos comicios claves para iniciar su camino a la Moncloa y el PSOE intentará frenar el ascenso de Feijóo, y hasta ahí todo normal. Lo que no tiene ninguna lógica democrática y asusta más que otra cosa es que Vox basó su campaña electoral en acabar con todos los derechos y libertades conseguidos tras el franquismo en España, incluido el estado de las autonomías, y como postre prometen –¡en unas autonómicas andaluzas!– ilegalizar los partidos soberanistas de Catalunya y Euskadi.