Las mentiras de Jorge Fernández Díaz

El que fuera ministro del Interior en el primer gobierno de Mariano Rajoy, Jorge Fernández Díaz, protagoniza la última entrega de los audios de la corrupción que publicó el miércoles El País. En esas grabaciones se escucha una conversación con el comisario Villarejo y el jefe de la Policía, Eugenio Pino, el mismo día en el que se iba a presentar una denuncia ante la Audiencia Nacional contra Jordi Pujol, sus hijos y Artur Mas, el 16 de diciembre de 2012. De esos audios se deduce que la policía patriótica trabajó a las órdenes del Gobierno de Rajoy para buscar trapos sucios de los adversarios políticos del PP y, en concreto, que Fernández Díaz dirigió personalmente la operación Catalunya.

Según concluyó una comisión de investigación creada en el Congreso de los Diputados, las principales víctimas de esa policía patriótica fueron los independentistas catalanes y los dirigentes de Podemos y en esa comisión, Fernández Díaz declaró que apenas cruzó con Villarejo “dos palabras, gracias a Dios” y que durante los casi cinco años en los que había ejercido la responsabilidad de ministro del Interior, “jamás” había despachado “nada con el señor Villarejo”. Pero como se coge antes a un mentiroso que a un cojo, las grabaciones ahora públicas demuestran que no fue así, que mintió y que por mucho que lo niegue bajo tortura, como él mismo aseguró, dirigió el acoso y derribo a los líderes del nacionalismo catalán. Y estos audios no son una mera declaración de intenciones políticas, son la incitación o concreción de una serie de delitos que bajo ningún concepto pueden quedar impunes.

Mesa agraria

Los productores de fruta y de almendra que hayan perdido su producción por las heladas de abril podrán optar a ayudas de la Generalitat de hasta 100.000 euros por agricultor, y en el caso de las centrales, el apoyo máximo será de 200.000. Así lo explicaron ayer en Lleida el president Pere Aragonès y los consellers Teresa Jordà y Josep Torrent. Bien está lo que bien acaba, porque los afectados por las ruinosas bajas temperaturas pidieron desde el primer día un paquete de subvenciones directas ya que los seguros ni cubren al cien por cien las pérdidas y, por supuesto, no tienen en cuenta los daños a los árboles ni a los puestos de trabajo que de algún modo u otro hay que compensar. La Generalitat había anunciado 40 millones de euros en ayudas para los productores y centrales y cooperativas que vieron arrasar sus cosechas, pero todavía no se había concretado ni el cuándo ni el cómo. Evidentemente nada podrá suplir el total de lo perdido, pero es una buena noticia que se hayan escuchado las demandas del territorio y a sus representantes agrarios.