Otro verano con Covid pero sin casos graves

Estamos viendo en los últimos días un aumento importante de contagios de Covid, tanto en consultas en los CAP como en número de test vendidos en las farmacias, pero todos los expertos y los propios datos hospitalarios indican que es “improbable” que el virus nos sorprenda y aunque haya un ligero repunte de ingresos por coronavirus y aún mueran personas con la Covid-19, la diferencia fundamental con la pesadilla vivida durante la pandemia es que la mayoría de los casos no revisten gravedad y que las variantes de ómicron que están circulando ahora se comportan con poca virulencia, lo que descarta otra oleada que obligue a tomar medidas. La inmunidad de rebaño alcanzada por las vacunas y las propias infecciones aconsejan tratar con naturalidad ese aumento. La gente se ha vacunado para poder vivir con normalidad y aunque en verano se dispararán los contagios, las consecuencias, como hasta ahora, serán más leves.

Esta sería la receta de sentido común que debemos aplicar a nuestras vidas. Eso en ningún caso quiere decir que no debamos tomar medidas de aislamiento y evitar el contacto social si somos positivos, ni que no debamos acudir a una centro sanitario si por lo que fuere los síntomas se agravan, pero sí que podemos relajar nuestra convivencia cotidiana y eludir el pánico a la interacción. Solo añadir que siguen existiendo colectivos vulnerables, personas mayores o con un sistema inmunitario más débil y que precisamente por respeto a estas personas estamos obligados a evitar, cada uno en su medida, la propagación del virus.

Tiempo de vacacionesEl pasado martes 21 de junio a las 11.13 horas entramos en el verano tras una primavera atípica que nos ha dejado los días de más calor en un mes de mayo de los últimos 82 años y uno de los junios más calurosos desde que se tienen registros diarios, sobre los años 50. El calor, la sequía y los incendios han marcado esta primavera que despedimos en el calendario porque en la calle llevamos días de pleno verano. Las decisiones no se deben tomar nunca en caliente, pero está claro que nos veremos obligados a cambios estructurales para hacer frente a las variaciones meteorológicas que se avecinan.

El agua, un bien cada vez más escaso, debería gestionarse y repartirse mejor, así como los bosques y la agricultura y la ganadería, base de una economía sostenible y de progreso que tanta riqueza y bienestar ha aportado a Lleida en el último siglo. De momento, arrancamos, con mucha cautela y prudencia, una de las estaciones más agradecidas del año porque en ella la mayoría de los ciudadanos tienen el merecido descanso laboral y los niños y alumnado en general, sus vacaciones. Buen solsticio a todos.