SEGRE

Creado:

Actualizado:

Es más que evidente que el Pirineo de Lleida necesita un plan de inversiones definido y concreto que abarque desde infraestructuras a sanidad, educación y vivienda. Por supuesto que la diversificación de su economía, con una mejor gestión forestal, más apoyo a la ganadería y recuperación de la agricultura, demasiado abandonada durante muchos años, y la implantación de empresas es vital para asentar a los habitantes en las comarcas de montaña. No hace falta decir que es imprescindible la urgente mejora de las conexiones digitales sin las cuales la mitad de estas mejoras o proyectos quedarían diezmados.

Pero lo que nadie puede negar, por muy en contra de los Juegos Olímpicos de Invierno que se esté, sea por razones medioambientales, políticas o económicas, es que el turismo ha logrado frenar la despoblación sangrante que iban acumulando los dos Pallars, la Val d’Aran, el Alt Urgell, la Alta Ribagorça, la Cerdanya y el Solsonès en el siglo XX. Las estaciones de esquí primero y los deportes de aventura, después, junto con una mejora más que notable de la restauración, la hostelería y el ocio y la cultura, han conseguido crear empleo y no solo asentar, sino atraer a personas a la montaña en busca de una vida menos estresante y de calidad. Agricultura y vino de altura, artesanía culinaria, románico de la Vall de Boí y de todo el Pirineo, senderismo, casas rurales, campings, pesca, ornitología, deportes del aire y un sinfín de iniciativas particulares y públicas que han surgido de la explotación turística que sin duda han mejorado la vida de los habitantes de estas comarcas y han abierto múltiples posibilidades de progreso.

Las cifras de visitantes de los dos veranos de pandemia han reforzado aún más la desestacionalización del turismo de Lleida, no centrado ya exclusivamente en el esquí. Este puente de Sant Joan sigue en la misma línea de recuperación general de los visitantes en toda Catalunya, y los registros de ocupación de comarcas costeras o la propia Barcelona no restan el interés, ya estable, de los turistas por el Pirineo de Lleida. Ahora, lo que corresponde pues es mantener estas buenas cifras y suplir los déficits históricos de la montaña de Lleida para diversificar su economía.

Nadie ganará esta guerraNi Rusia será derrotada ni Ucrania se rendirá es un buen análisis de la situación que viven estos dos países en una guerra que está perjudicando a todo el mundo y de la que nadie saldrá ganador. Si la UE, EEUU, China y la ONU son conocedores de esta realidad, ¿por qué se alarga la agonía de los millones de ciudadanos ucranianos y rusos que serán los más perjudicados por el baño de sangre? Resulta del todo incomprensible en la Europa del siglo XXI.

tracking