EDITORIAL
Delitos sexuales al alza
El incremento de denuncias por delitos contra la libertad sexual y del tráfico de la marihuana son dos de las principales preocupaciones de la comisión de la policía judicial de Lleida, formada por los cuerpos policiales y las autoridades judiciales. Así lo explicó el lunes la presidenta de la Audiencia, Lucía Jiménez, durante la presentación de la Memoria de actividad de los órganos judiciales de la provincia correspondiente al año 2021. Respecto al primero, afirmó que, “en los últimos meses, probablemente han llegado a representar el 70% de los señalamientos de juicios de la Audiencia”, añadiendo que la mayoría de casos se producen en ámbito intrafamiliar.
En cuanto al tráfico de marihuana, reiteró lo que hace meses es evidente porque son muchas las organizaciones que se han asentado en Ponent, por lo que actualmente importamos delincuentes y después exportamos la droga. No es de extrañar la preocupación de la máxima autoridad del aparato judicial en Lleida ante una realidad que, por cotidiana, ha dejado de extrañarnos, pese a ser una lacra social que requiere medidas urgentes, al igual que el aumento de campos ilegales de cultivo de marihuana. No basta con lamentarnos y ha de convertirse en una prioridad social y policial revertir estos alarmantes datos.Cumbres e incertidumbres
Terminó la cumbre del G7 con un compromiso de mil millones en vacunas contra la Covid-19 y un marco para prevenir nuevas pandemias; también 100.000 millones de dólares para las finanzas verdes, con el compromiso a ampliar rápidamente las tecnologías y las políticas que aceleren aún más la transición de la capacidad ininterrumpida de carbón; las secuelas del post-Brexit y muchas declaraciones de intenciones de los países más ricos y relevantes del planeta, pero la realidad es que la incertidumbre planea sobre el mundo, con una inflación disparada, una crisis alimentaria en ciernes y un Banco Central que anuncia medidas y que hará “todo lo necesario” para evitar que siga subiendo la inflación.
La subida de tipos probablemente enfriará la economía, pero a costa de más déficit de los estados, lo que nos lleva a una dependencia monetaria de incierta solución, que se convierte en un pez que se muerde de la cola. Por otra parte, Madrid acoge una cumbre de la OTAN marcada por la invasión de Ucrania y las sanciones a Rusia, ante un nuevo orden mundial que se nos presenta “armado hasta los dientes” para salvaguardar la paz. Un oxímoron aparente de difícil digestión en una agenda marcada por las políticas conservadoras que la izquierda es incapaz de contrarrestar para volver a los valores europeos de progreso y paz.