EDITORIAL
El problema de la vivienda en el Pirineo
Estamos ante un auténtico oxímoron. El Pirineo va perdiendo población de forma paulatina pero, a tenor de lo que refleja un estudio de la Associació de Promotors de Catalunya (APCE) presentado el lunes en La Seu d’Urgell, las comarcas de montaña requieren cada año la construcción de una media de 200 viviendas para cubrir la demanda. Esta necesidad de nuevos pisos, que irá en aumento en los próximos años, supone doblar las previsiones que se hicieron para el período comprendido entre 2015 y 2019.
La razón argumentada por la entidad de promotores es que, a raíz de la pandemia, el Alt Pirineu i Aran han experimentado un considerable auge de compra-venta de inmuebles ya que los ciudadanos “dan más valor a las viviendas al haber sufrido carencias”. Asimismo, también numerosos municipios han visto como llegaban nuevos vecinos que, en el caso de disponer de buenas comunicaciones y conectividad que les aseguren poder seguir con su trabajo sin problemas, han optado por buscarse un nuevo lugar de residencia lejos de las grandes ciudades. Así las cosas, es positivo que comarcas deprimidas vean crecer su parque inmobiliario pero estas nuevas viviendas deben servir, sobre todo, para asentar a la población y evitar éxodos y también para facilitar el alojamiento para el personal que trabaja en el sector turístico y que, en demasiadas ocasiones, no puede asumir los costes que supone disponer de una vivienda en las zonas más concurridas en épocas vacacionales.
La Covid sigue entre nosotros
Después de unos meses de relajación tras bajar notablemente los casos de Covid, abandonando prácticamente todas las restricciones, los datos dejan claro que el virus sigue estando entre nosotros aunque, por suerte, sin los efectos letales de anteriores oleadas. Así, y según el último balance facilitado ayer por la conselleria de Salut, el departamento contabilizó la pasada semana 377 ingresados más por Covid-19, lo que supone que hasta el día de ayer había 2.139 personas hospitalizadas en Catalunya. Ante esta realidad que plasma la persistencia del virus y para aliviar a la Atención Primaria, la Generalitat activó la pasada madrugada una nueva vía para solicitar la baja laboral ante síntomas compatibles con la Covid-19 que se generará de forma automática y limitada a cinco días vista a través de La Meva Salut, sin necesidad de prueba diagnóstica.
La concesión de la baja se basará, pues, en un criterio de confianza y no se harán llamadas para comprobar el estado del paciente, por lo que es de esperar que este sistema, que debe descongestionar los CAP, no se convierta es un artilugio para conseguir ausencias laborales injustificadas.. e injustificables.