El agua, un bien cada vez más escaso

Hace pocos días, en esta misma sección, analizábamos la situación de diversos municipios que han tenido carencias de suministro de agua potable a causa de problemas de contaminación. A día de hoy aún persiste esta problemática en Torres de Segre, cuyo ayuntamiento se ha visto obligado a proporcionar garrafas a sus vecinos. Asimismo, en Baix Pallars y en Bellver de Cerdanya ya piden restringir el suministro ante la escasez a causa de la sequía.

La falta de agua es un problema que se está extendiendo paulatinamente y ya amenaza seriamente a los riegos. Ayer ilustrábamos la portada con una inquietante imagen del pantano de Rialb que solo almacena cien hectómetros cúbicos, una cuarta parte de su capacidad y menos de la mitad de reservas en comparación con las que albergaba el año pasado por estas mismas fechas. La pertinaz sequía de los últimos meses y la falta de nieve acumulada en los Pirineos han propiciado esta situación crítica que aún puede agravarse en los próximos días con la llegada de una nueva ola de calor, la tercera del año.

Las diferentes comunidades de regantes están en alerta y empiezan a aplicar medidas para garantizar las aportaciones a los cultivos en lo que queda de campaña y la ciudadanía también deberá adaptarse a la actual situación a nivel doméstico. Así, urge hacer todo lo posible para evitar despilfarrar este bien tan preciado y que, si las previsiones no fallan a tenor de lo que marcan los estudios sobre el cambio climático, cada vez será más escaso.Otoño caliente

Y si estamos inmersos en un verano tórrido, el próximo otoño se augura caliente pero no por las temperaturas que se puedan alcanzar, sino por la coyuntura económica que se aventura más que complicada. Así, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, reconoció ayer, en el debate del estado de la nación, que la economía española se comportará en los próximos trimestres peor a lo esperado, aunque todo dependerá de cómo evolucione la guerra y de si Rusia cierra completamente el suministro de gas a Europa.

Por ello consideró necesario favorecer el ahorro energético, con lo que desde el Ejecutivo se promoverá el teletrabajo y se recomendará rebajar la temperatura de la calefacción y subir la del aire acondicionado para un uso más eficiente de la energía. Asimismo, anunció una serie de medidas como un nuevo impuesto temporal a los bancos y a las grandes empresas eléctricas, gasistas y petroleras; la gratuidad de los abonos de Renfe de Cercanías, Rodalies y media distancia y la beca complementaria de 100 euros mensuales para los estudiantes mayores de 16 años. Veremos si todo esto es suficiente para capear un otoño del todo incierto.