EDITORIAL
Sequía, otra amenaza sobre la mesa
La sequía ha hecho emerger el antiguo pueblo de Tiurana de las aguas del pantano de Rialb, cuyas reservas han caído al nivel más bajo de los últimos 15 años. El miércoles solo almacenaba 60 hectómetros cúbicos, a duras penas el 14% de su capacidad, y 170 menos que hace un año. La situación de este embalse es solo un ejemplo de la situación de alarma que la falta de lluvias provoca en toda la cuenca del Ebro y de las internas de Catalunya.
Una alerta que ya ha tenido este verano varias repercusiones en la distribución de agua potable, desde el corte de suministro a los municipios de la Mancomunitat de Les Garrigues (la falta de caudal impidió diluir el exceso de pesticidas) y las restricciones que ya afectaron a ayuntamientos como los de Baix Pallars, Llimiana, Esterri d’Àneu, Prats i Sansor y Vilanova de Meià, entre otros, el último Sant Martí de Riucorb, aunque Torres de Segre recuperó ayer, tras 55 días, el suministro. Los riegos, junto con el agua de boca, son las preocupaciones más inminentes por la persistente sequía, pero los daños por la carencia hídrica se extienden a toda la cadena agroganadera e industrial y por supuesto al medio ambiente en general. Eleva el peligro de incendios, rompe la cadena de diversidad biológica y perjudica la salud de los ciudadanos.
El Servei Meteorològic de Catalunya califica de “excepcional” la sequía en la zona del litoral y el prelitoral central de Catalunya, y la Agència Catalana de l’Aigua (ACA) avanzó que podrían tomarse medidas drásticas en septiembre como restringir su consumo para usos recreativos y para el riego de jardines. Si las lluvias no lo remedian, se avecina pues un final de año complicado por los varios frentes abiertos: ahorro energético obligado por la guerra de Ucrania y el retraso evidente en desarrollar energías alternativas, sequía, y una desaceleración económica indiscutible que ya se ha comenzado a notar en las cifras del paro del mes de julio. Habrá que tomar medidas y sería deseable que estas tuvieran en cuenta las idiosincrasias territoriales, porque no es lo mismo 27 grados en el interior de una tienda de Ourense que en una de Sevilla o Ponent.
Y por supuesto evitar el clima de guerra fría y provocaciones interesadas que algunos países propician cuando lo conveniente es la diplomacia, que bastantes problemas tiene la economía internacional para abrir más frentes. El ejemplo de KansasLos votantes de Kansas se han unido para lanzar el mensaje claro y rotundo de que protegerán el derecho al aborto. Votantes de todas las ideologías dijeron un rotundo “no” a los intentos de los conservadores de retroceder décadas en las libertades de las mujeres norteamericanas.
Buena noticia para todos los EEUU y para la democracia en general.