Campaña frutícola ‘horribilis’

Hasta seis grados bajo cero durante horas varios días seguidos a comienzos de abril. Estos datos que podrían no significar nada para muchos han sido la combinación explosiva que ha arruinado el 70% de la producción de fruta de hueso, además de buena parte de manzanas y peras de Lleida. Pero también han destruido miles de empleos, fundamentalmente de temporeros, aunque también de personal habitual de las empresas frutícolas, sean de producción o de centrales de manipulación.

De momento, el departamento de Empresa y Trabajo ha registrado una veintena de expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) presentados por compañías o agricultores que afectan a 97 trabajadores fijos, pero al acabar la campaña se esperan muchos más. Ante esta grave situación del sector, la Generalitat destina 40 millones de euros en ayudas a los productores de la fruta dulce y la almendra. La conselleria de Acción Climática habilitará 32 millones de euros para las explotaciones afectadas y la previsión es pagar la mitad de las ayudas este año y la otra mitad en 2023.

Empresa y Trabajo, por su parte, articulará una línea de 8 millones para centrales frutícolas y cooperativas. Estos daños, sin precedentes recientes en la agricultura leridana, nos dan una idea de la importancia de este sector en la economía del llano. Cuarenta mil empleos, que son los que crea Lleida en una campaña a pleno rendimiento, dan una idea del potencial de la realidad agrícola leridana.

Costó muchas reuniones, protestas y debates, que las instituciones catalanas y del estado central concretaran las ayudas necesarias para que esta campaña horribilis no comporte más lastres al campo de Lleida del que ya tiene desde hace años por los elevados costes, bajos precios y abandono de explotaciones por falta de rentabilidad. El mantenimiento de las pequeñas y medianas explotaciones agrarias es básico para que nuestras comarcas sigan liderando el sector agrario catalán y miles de familias sigan arraigadas al territorio. Por otra parte, será necesario innovar en las medidas de prevención ligadas al clima y la meteorología, dado que el cambio climático a cada día que pasa queda más demostrado que es irreversible.Precaución en la montañaLos Bomberos piden a la ciudadanía que planifique las actividades que quieran llevar a cabo en el medio natural para reducir los riesgos y evitar la necesidad de actuar en rescates.

Hasta el 31 de julio han llevado a cabo un total de 220 rescates en las comarcas leridanas, lo que supone un aumento del 15% respecto al mismo periodo del año pasado y del 58% respecto a 2020. Atención pues a las salidas de este agosto, toda precaución es poca.