EDITORIAL
Mostremp, larga vida al cine rural
Mostremp, el festival de cine rural de la capital del Jussà, subió el telón este miércoles en el espacio cultural de La Lira renovando su apuesta por la cultura cinematográfica. La alcaldesa de la capital del Pallars Jussà, Maria Pilar Cases, afirmó que “el Mostremp es cultura y en Tremp queremos que la cultura no se pare. Por esto hemos hecho, hacemos y haremos todo lo posible para lograr este reto.
Nuestra tierra está llena de buenos artistas, contamos con un territorio comparable con un plató de cine y un paisaje espectacular del que pueden salir producciones audiovisuales en un entorno único”. El acto inaugural del Mostremp contó también con una acción teatral de la compañía local Teatremp y la intervención del coordinador del festival, José Bergés, de la Associació d’Amics del Cinema de Tremp. En estas ya once ediciones de esta muestra, el panorama cinematográfico mundial ha ido cambiando con cierres continuos de salas, con una disminución de las grandes producciones norteamericanas y con una competencia feroz de las plataformas que amenaza la industria del cine, al menos tal y como la hemos concebido hasta ahora.
Y en medio de este inestable horizonte, una película rodada en el Segrià y en el Pla, que explica vivencias cotidianas del mundo agrícola leridano y de su gente, gana el Oso de Oro de Berlín y el film y su directora, Carla Simón, se convierten en un ejemplo de que el séptimo arte sigue vivo, que la gente no está cansada de ver películas ni de ir al cine y Alcarràs llena y reabre salas, agota aforos y demuestra que los envoltorios de las cosas cambian según las circunstancias políticas, económicas, sanitarias o sociales, pero que el cine sigue contando con el apoyo de los espectadores, en el formato que sea. Gran esperanza y lección que entronca con el espíritu de Mostremp de visibilizar la cultura en el entorno rural, tanto en producción como en exhibición y creación. Larga vida, pues, a este festival que practica el reequilibrio territorial artístico, tan importante como el de las infraestructuras.
Parques eólicosLos molinos de viento del parque eólico de Solans, entre La Granadella y Llardecans, toman forma y algunos ya están completos tras el montaje de las aspas, que empezaron a llegar a mediados del pasado mes de julio y forman parte de los primeros 20 aerogeneradores que pondrá en funcionamiento Lleida en la última década. Poca cosa para conseguir los objetivos de energía verde y alternativa de la que llevamos mucho tiempo hablando y debatiendo sin avanzar en los proyectos. Si de verdad queremos deshacernos de la dependencia energética fósil y nuclear, no podemos perder más tiempo.