EDITORIAL
Unzué, un ser humano excepcional
Los más de 91.000 espectadores que la noche del miércoles casi llenaron el Camp Nou convirtieron el partido entre el Barça y Manchester City en un alud de solidaridad con Juan Carlos Unzué y su lucha para promover la investigación de la enfermedad incurable que él padece, la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), y aumentar el bienestar y cuidados de todos los que la sufren. Solo podemos alabar a todos y cada uno de los espectadores que acudieron, sin que hubiera nada deportivo en juego, demostrando con hechos que los valores del Barça van más allá de los títulos. Unzué lo dejó bien claro en la rueda de prensa posterior al encuentro: “Este partido ha sido posible gracias a la amistad personal que tengo con los directivos y entrenadores actuales de ambos clubes.” Y tanto como aplaudimos estas actitudes personales, hemos de censurar que ni las federaciones de fútbol o de cualquier otra actividad que mueva millones de euros no sean capaces de devolver a la sociedad una parte, aunque sea ínfima, de todo lo que reciben, económica y socialmente, por su trabajo.
Cada uno es muy libre de destinar su dinero a lo que más le plazca, pero si a las grandes empresas se les exige un mínimo de compromiso con su entorno, los grandes clubes y deportistas de élite deberían tener también esta sensibilidad colectiva. Evidentemente también las administraciones han de escuchar a este admirable ser humano que es Juan Carlos Unzué y legislar para mejorar la calidad de vida de los enfermos de ELA, pero, si para los gobiernos es una obligación, para los deportistas debería ser una devoción.Puigverd de LleidaERC, que gobernaba Puigverd de Lleida con el PSC, ha perdido la alcaldía de este municipio del Segrià por una moción de censura de Junts, que ha contado con el apoyo de los socialistas, que han cambiado de aliado al no cumplirse el pacto entre los republicanos y el PSC de alternar la alcaldía. Estos son los hechos y a partir de ahí cada cual tendrá su opinión de por qué se ha llegado a esta situación a solo nueve meses de las elecciones municipales, pero en lo que todos deberíamos estar de acuerdo es que estas trifulcas políticas en pueblos pequeños en nada benefician la convivencia, es más, la perjudican, y crean unos enfrentamientos estériles que tienen muchos inconvenientes y ninguna ventaja.
La política ya está bastante desprestigiada para que en las localidades pequeñas y medianas, en las que se vota más a las personas que a las siglas, tengan que acudir los Mossos d’Esquadra para custodiar un pleno. O toda la clase política hace un esfuerzo para frenar los sectarismos y odios varios o la desafección llegará a unos límites en que la abstención será la gran ganadora en todos los comicios.