SEGRE

Creado:

Actualizado:

Como decía Bob Dylan, los tiempos están cambiando pero el tiempo –el clima, para ser científicamente más correctos–, también. Y pese a que haya negacionistas del cambio climático, como de casi todo, las pruebas así lo corroboran de forma inexorable. Estos días estamos viendo cómo los ciudadanos compran panellets o castañas en manga corta, cuando esta tradición ligada a Todos los Santos era sinónimo de frío y ágapes cerca del fuego.

Los responsables de comercios de ropa y calzados se lamentan de las pocas ventas de vestimenta de otoño e invierno, pero es que no hay quien se pruebe un abrigo o unas botas cuando el termómetro, día sí y día también, roza e incluso sobrepasa los 30 grados. Pero si ampliamos el objetivo, podemos comprobar que ya hay muchos indicios que indican que no se trata de una situación anecdótica. Porque, en el caso de las comarcas de Lleida, en lo que va de año han sido un total de 122 los días en que se han superado los 30º, pulverizando el récord registrado en 2012, cuando entonces fueron 102 las jornadas que sobrepasaron esta temperatura.Ya en el marco estrictamente científico, esta misma semana se ha hecho público un informe en la revista BioScience, de la universidad de Oxford, que afirma que los signos vitales de la Tierra han empeorado hasta el punto de que “la humanidad se enfrenta inequívocamente a una emergencia climática” y, por lo tanto, el planeta vive una situación crítica.

El estudio, con participación de investigadores de Estados Unidos, Bangladesh, Alemania y Reino Unido, señala que 16 de las 35 constantes vitales planetarias que los autores utilizan para rastrear el cambio climático se encuentran en extremos récord. En los datos publicados se puede ver cómo se han incrementado las olas de calor extremas, el aumento paulatino de la temperatura media es una realidad que va a más, se ha acelerado la pérdida de superficie arbolada debido a los incendios y se empieza a notar un incremento de la dispersión del mosquito del Dengue. Además, recuerdan, el dióxido de carbono atmosférico se encuentra en máximos históricos.

Estos científicos, que ya vienen alertando desde 1992 de los peligros que corremos, han hecho de nuevo un llamamiento a la humanidad para reducir la destrucción ambiental y advirtieron de que se requiere “un gran cambio en la gestión de la Tierra y la vida en ella para evitar una gran miseria humana”. Así las cosas, es una buena noticia, por ejemplo, el acuerdo alcanzado a nivel europeo para prohibir la venta de coches y furgonetas con motor de combustión a partir de 2035 y otras medidas que puedan aplicarse con el mismo objetivo, ya sea a nivel local, estatal o mundial. Además, está en nuestra mano hacer pequeños gestos que, en conjunto, deben ayudar a la pervivencia de nuestro planeta.

tracking