EDITORIAL
La Seu Vella, camino de la Unesco
Si preguntamos, a quien sea, cuál es el emblema de la ciudad de Lleida, seguro que no dudará a la hora de responder: la Seu Vella. La que fuera catedral ha vivido mil y una vicisitudes desde la colocación de la primera piedra, un lejano 22 de junio de 1203, su posterior consagración el 31 de octubre de 1278 y hasta la actualidad. Ha sufrido modificaciones de todo tipo y ha variado sus usos a lo largo de la historia, llegando a ser convertida en cuartel militar y cárcel con la degradación que esto comportó al conjunto monumental.
Incluso estuvo a punto de desaparecer en el siglo XVIII por expreso deseo de Felipe V a causa del papel destacado que tuvo en la defensa de la ciudad antes de que fuese conquistada por las tropas francoespañolas en la Guerra de Sucesión. Solo la muerte del monarca impidió que llegase a cumplirse su drástico mandato. Estas pinceladas históricas sirven de ejemplo para dejar constancia una vez más de la importancia de este complejo monumental, en el marco del Turó de la Seu Vella, y que ayer vivió su “día grande”.
Y fue más especial que en ediciones anteriores puesto que la Associació Amics de la Seu Vella, la entidad que más ha luchado para la dignificación, conservación y restauración del complejo arquitectónico, cumple su 50 aniversario. Como interlocutor más que válido en la defensa del Turó, la asociación exigió una vez más que se agilicen los trámites para que la candidatura a Patrimonio de la Humanidad por parte de la Unesco sea una realidad el próximo año. Para volver a intentar quedar en buen lugar en esta carrera, ahora paralizada en el caso de Lleida porque había otras propuestas pendientes a nivel estatal, es necesario que las administraciones, principalmente Paeria, Generalitat y Gobierno central, se esfuercen al máximo para elaborar una candidatura competitiva y con garantías de éxito.
Sin embargo, para lograr este objetivo, previamente se requieren una serie de mejoras, como apuntaron desde Amics de la Seu Vella, como es la iluminación, limpieza de la zona y, especialmente, la restauración de los tramos degradados de las murallas. Todos estos trabajos no pueden dilatarse si el objetivo es que la candidatura sea aceptada por el Estado en 2023. El tiempo apremia y tenemos poco que perder y mucho que ganar.
La tragedia de Seúl
Corea del Sur seguía ayer en estado de shock después de la catástrofe ocurrida el sábado en el barrio de Itaewon, en la capital, Seúl, en la que más de centenar y medio de personas murieron en una avalancha durante una fiesta de Halloween y 350 seguían desaparecidas. Es necesario que el Gobierno surcoreano investigue qué pasó para evitar que una tragedia así pueda repetirse.