Incivismo y eficacia en la gestión de residuos

Agentes no uniformados de la Guardia Urbana vigilarán que los vecinos de Lleida ciudad no dejen la basura fuera del contenedor o tiren otros residuos en la vía pública. El alcalde, Miquel Pueyo, explicó en la comisión de Políticas de Seguridad y Civismo del miércoles que están ultimando un refuerzo hasta finales de año de la actuación de la Policía Local contra este tipo de incivismo con agentes de paisano para detectar y sancionar en todos los barrios “las conductas incívicas que perjudican la limpieza del espacio público”. En especial, se centrarán en el abandono de bolsas de basura fuera de los contenedores y de otros residuos en la vía pública.

Con esta medida, la Paeria confía en incrementar de forma notoria la sesentena de expedientes sancionadores que está tramitando desde el pasado mes de julio por infracciones de la ordenanza municipal de limpieza. Las sanciones pueden ser de entre 400 y 4.000 euros. Precisamente, entidades vecinales de toda la ciudad denuncian que este tipo de incivismo se produce de forma continuada y es habitual ver en la calle tanto montones de bolsas de basura al lado de contenedores como muebles, colchones y todo tipo de residuos.

Los problemas causados por la gestión de los residuos domésticos no afectan solo a Lleida, ya que desde grandes ciudades como Nueva York, pasando por Barcelona, muchas capitales comarcales de Lleida y municipios del llano de Ponent o del Pirineo padecen el mismo deterioro de la limpieza de sus calles. La acumulación indiscriminada de basura, además de la contaminación del aire, la tierra y el agua, tiene efectos perjudiciales para la salud pública (por la contaminación ambiental y por la posible transmisión de enfermedades infecciosas vehiculizadas por los roedores) y la degradación del medio ambiente en general. La solución debe tener varias vertientes: la primera, concienciación de la importancia de eliminar de forma integral estos residuos para su reciclaje o eliminación sostenible.

Evidentemente, también hay que aumentar la eficacia del servicio de las empresas concesionarias de recogida y extender, en la medida de lo posible, el puerta a puerta, pero con unos horarios mucho más ajustados a la vida de los ciudadanos, porque acumular basura en casa tampoco es la solución más eficiente ni razonable. Por supuesto, las sanciones son necesarias, como lo son para los que no cumplen las normas de circulación en las carreteras o hacen ruido en los horarios de descanso de los ciudadanos. Y, finalmente, y no por ello menos importante, la eliminación eficaz de los residuos es responsabilidad, por supuesto, de los ayuntamientos, y de su planificación depende buena parte de la eficacia final, porque por eso pagamos nuestros impuestos, pero no podemos tampoco obviar nuestra responsabilidad individual, como parte que somos de un colectivo.

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