EDITORIAL
La Seu Vella debe relucir
Con los habituales retrasos que acostumbran a acompañar buena parte de las obras públicas, el lunes dieron inicio los trabajos para restaurar el tramo de la muralla del Turó de la Seu Vella que se vino abajo en la primavera del pasado año en un espectacular derrumbe que, por fortuna, no causó daños personales. Se trata del sector comprendido entre los baluartes de Louvigny y de la Reina y dataría del siglo XVIII, y en esta primera fase se está procediendo a la retirada de escombros para después acometer la consolidación de la muralla en sí y la recuperación de Louvigny. La actuación es totalmente necesaria para asegurar la estructura básica de todo el conjunto monumental y ha sido largamente reivindicada por entidades sociales que velan por el patrimonio, como son los Amics de la Seu Vella y Turó Seu Vella 2030.
Las obras está previsto que se prolonguen durante seis meses y, posteriormente, ya están proyectadas las mejoras de otros tramos de la fortificación, con lo que, una vez finalizadas, la estructura quedaría consolidada para perdurar en el tiempo. Todas estas actuaciones, además de las que se van ejecutando de forma paulatina en el edificio de la Seu Vella, deben ser el aval definitivo para conseguir el ansiado objetivo de declarar el conjunto monumental Patrimonio de la Humanidad por parte de la Unesco. Después de más de diez años de diferentes iniciativas con el fin de lograr este hito, es necesario que se agilicen los trámites para que la candidatura sea una realidad el próximo año.
Para volver a intentar quedar en buen lugar en esta carrera, ahora paralizada en el caso de Lleida porque había otras propuestas pendientes a nivel estatal, es necesario que las administraciones, principalmente Paeria, Generalitat y Gobierno central, se esfuercen al máximo para elaborar un proyecto competitivo y con garantías de éxito. Confiemos en que ninguno de estos organismos se duerma en los laureles y den el empujón definitivo para lograr un reconocimiento que sin duda se merece el principal complejo monumental del llano de Lleida y símbolo absoluto de la capital del Segrià.
Merecido homenaje a Oró
Y si la Seu Vella es el símbolo de Lleida, Joan Oró es uno de sus personajes más internacionales y que más han paseado el nombre de la ciudad por todo el mundo. El científico cumpliría el próximo 2023 cien años y por ello las diferentes instituciones están organizando un completo programa de actividades, tanto en Ponent como en puntos tan dispares como Estados Unidos o Bélgica, para divulgar su legado vinculado a hitos históricos como la llegada a la Luna o experimentos para hallar vida en Marte. Era un homenaje pendiente y más que merecido.