Bellaguarda, un ejemplo de repoblación local

Bellaguarda ha concedido cheques bebé a seis familias de la población que han tenido hijos en los últimos tres años. Son subvenciones municipales para estimular la natalidad y promover la repoblación con iniciativas que asienten a los jóvenes en el municipio. Ascienden a 300 euros anuales durante los cinco primeros años de vida de los recién nacidos, unas ayudas que la ordenanza municipal también extiende a menores adoptados.

El ayuntamiento pide a las familias que se comprometan a escolarizar a sus hijos en la guardería y escuela del pueblo. El consistorio creó estas ayudas en 2019 y el plazo de la última convocatoria para solicitar subvenciones acabó a finales de diciembre. El alcalde, Olegari Alberich, explicó que los objetivos de estas ayudas son “estimular la llegada de familias y asentar las que ya hay, además de garantizar la continuidad de la escuela Set Focs.

Con este dinero se quiere compensar algunos costes que supone vivir en núcleos alejados de las ciudades para pagar servicios esenciales que garanticen la enseñanza y la supervivencia del colegio, ya que los pequeños municipios no pueden perder prestaciones”. Bellaguarda tiene 288 habitantes y su escuela cuenta ahora con 18 niños que cursan Primaria. Los de Secundaria van a La Granadella.

Les Garrigues es una de las comarcas catalanas donde el índice de población envejecida es más alto. De hecho, muchos ayuntamientos y el consell comarcal han puesto en marcha iniciativas para evitar el éxodo de jóvenes garantizando vivienda y trabajo. Bellaguarda también ha abierto una línea de subvenciones para jóvenes emprendedores que inician su actividad en la población, así como para la rehabilitación de viviendas vacías, con el fin de que puedan alquilarse a jóvenes familias.

La iniciativa merece un especial apoyo porque en demasiadas ocasiones tendemos a culpar solo a la administración de la Catalunya vaciada, por falta de servicios, vías de comunicación en mal estado y carencia de oportunidades laborales. Y esta responsabilidad existe, evidentemente, y consells, diputación, Generalitat y Estado deben diseñar un plan para crear una población sostenible, tanto en las ciudades como en los pueblos, pero las iniciativas locales también pueden y deben contribuir a asentar y atraer vecinos, y el plan de Bellaguarda es un ejemplo de ello.

Menos parados

Lleida cerró 2022 con 18.057 parados, la cifra más baja desde noviembre de 2008. Supone un descenso del 11,3%(-2.289) y con 198.528 afiliados a la Seguridad Social, un repunte de 2.577 a lo largo del año (+1,3%). Unos números positivos que se repiten en el conjunto de Catalunya y España. Buena noticia.