Una desjudicialización positiva

El magistrado del Tribunal Supremo (TS) Pablo Llarena ha eliminado el delito de sedición del procesamiento contra el expresidente catalán Carles Puigdemont, pero mantiene los delitos de desobediencia y malversación. En un auto, el instructor de la causa del procés considera que la derogación de la sedición plantea un “contexto cercano a la despenalización” de los hechos investigados, al no encajar en el nuevo delito de desórdenes públicos agravados. Respecto al procesamiento, el juez afirma que debe mantenerse contra Puigdemont, Comín y Puig por un delito de malversación de caudales públicos, al considerar que la reforma de dicho delito no afecta a los hechos investigados en el sentido de eliminar o minorar la pena prevista en la tipificación que ayer se derogó.

Según Llarena explica en este rebuscado texto: “Si el dinero es un instrumento de cambio que permite concretar el contenido de la obligación recíproca de pago en algunas obligaciones onerosas, el ánimo de lucro resulta igualmente apreciable cuando se despoja a la Administración de unos fondos públicos para atender obligaciones de pago que corresponden al sujeto activo del delito y que están plenamente desvinculadas del funcionamiento legítimo de la Administración, como cuando se atribuye a la Administración una obligación de naturaleza particular y totalmente ajena a los intereses públicos que se gestionan”, dice el juez. “En ambos supuestos se dispone de los bienes públicos como propios y se apartan de su destino para la obtención de un beneficio particular.” En esta interpretación que hace Llarena están las discrepancias, porque es discutible el ánimo de lucro que insinúa el juez. Veremos, en todo caso, pero lo que queda claro es que esta paulatina desjudicialización del procés contribuye a propiciar el diálogo político entre las administraciones catalana y española, foro del cual nunca deberían haber salido las legítimas aspiraciones de una buena parte de catalanes que reivindican democráticamente unas mayores cuotas de autogobierno y de reconocimiento a la especificidad de nacionalidad histórica que le otorga la propia Constitución española.

Les Garrigues, con voz propia

SEGRE inauguró ayer en Les Borges la exposición itinerante para celebrar los 40 años de vida del diario y en la que, a través de las portadas del periódico, se puede contemplar la evolución de Les Garrigues, no hace mucho una de las más envejecidas y deprimidas de Catalunya, hoy una comarca innovadora con denominación de origen propia y con grandes proyectos de futuro. SEGRE ha caminado con cada uno de los 24 municipios que la configuran dando voz propia a cada riego, litro de aceite, racimo de uva, carretera o tren que configuran su progreso.