EDITORIAL
Delitos sexuales y menores
Con todas las precauciones éticas a las que nos obliga el hecho de que la implicada sea una menor y todavía con la investigación en marcha, y por supuesto con todos los presuntos necesarios dado que el caso no está juzgado, sí que podemos hacer una reflexión en voz alta a raíz de la denuncia de violación de una menor de 12 años de Bellpuig y posterior detención de un joven de 22 años de Balaguer como acusado de la agresión sexual. Los padres, maestros y la sociedad en general deben aumentar el foco sobre los peligros de las redes sociales para establecer relaciones personales entre menores. Los riesgos existen igualmente para los adultos, pero el sentido común y la libertad individual que son inherentes a los mayores de 18 años no siempre son aplicables a los niños.
Los menores están más desprotegidos ante depredadores sexuales y los controles parentales y sociales deben ser mucho mayores. Una vez dicho esto, no olvidemos que la niña es la víctima y que el acusado de la violación es un joven de 22 años, sobre quien recae toda la responsabilidad de las agresiones, según las primeras investigaciones reiteradas. Estamos en una escalada de delitos de violencia de género en todas sus vertientes, desde asesinatos machistas hasta violaciones.
Aunque todos tienen el mismo origen: falta de respeto a la mujer, a sus derechos y a su libertad para escoger, no todos pueden tener el mismo tratamiento y está claro que la educación es la base en la cual fundamentar el remedio para poner fin a esta lacra que no cesa y que debe abordarse de inmediato.
El año de VallverdúEste 2023 se cumplen cien años del nacimiento de uno de los escritores más prolíficos de Lleida y, con buen criterio, la Generalitat ha declarado el Any Vallverdú. La efeméride llega con el protagonista en plena forma.
El jueves, sin ir más lejos, presentó en Balaguer el poemario Atresorat silenci. Es el momento de reivindicar el legado de un autor poliédrico que con Rovelló se ganó a varias generaciones de lectores, pero que fue mucho más allá. Cuando el leridanismo puso en duda la catalanidad de Lleida, Vallverdú lideró un movimiento intelectual de firme compromiso con el país que se materializó en el libro Lleida, problema i realitat, que firmó junto a Francesc Porta, Manel Lladonosa, Joan Gabernet y Simeó Miquel.
Por no hablar de Proses de Ponent, para muchos críticos su mejor obra, en la que radiografió a la sociedad leridana con un estilo impecable. Después del fiasco que supuso que el año pasado desde el Govern se olvidaran del centenario de Guillem Viladot, hay que aplaudir que este 2023 se pongan en valor a Josep Vallverdú y a su gran amigo, el científico Joan Oró. Merecidísimo.