EDITORIAL
Incremento alarmante de la siniestralidad viaria
Los accidentes de tráfico se incrementan en Lleida, Catalunya, España y en toda Europa, incorporándose un elevado número de víctimas de los denominados “vulnerables”, motoristas, ciclistas, conductores de patinetes y peatones. Antes de la pandemia, la cifra media de los fallecidos se situaba desde hacía años por encima de los mil muertos y en el 2020 y 2021 bajaron por razones obvias del freno a la movilidad, pero en el 2022 ya volvieron a ser 1.004, encendiéndose todas las alarmas por el incremento notable. En lo que llevamos de este año, en Lleida ya han fallecido tres personas, cifra que en 2022 no se alcanzó hasta abril, y en el conjunto de Catalunya este 2023 suman 12 las víctimas mortales de tráfico.
Las razones son varias y cabe poner remedio a cada una de ellas de una forma inmediata. Primero hay que revisar los parques móviles, envejecidos tanto por la crisis económica y los precios de los carburantes como por la reticencia de los ciudadanos a la hora de comprar vehículos nuevos a la espera de que bajen los precios de los híbridos y eléctricos. Las carreteras han sufrido también un deterioro importante por falta de inversión al priorizarse en estos años de coronavirus otros sectores de los presupuestos.
No podemos olvidar tampoco la irrupción de nuevos usuarios en las calles de las ciudades, sobre todo bicicletas y patinetes, y por supuesto la relajación de los conductores al disminuir la presión mediática y punitiva sobre la mortalidad en las carreteras. Son muchos vértices y de origen diferente pero que requieren actuaciones múltiples que puedan frenar esta escalada de víctimas del asfalto, que destrozan vidas y familias en segundos.
Asentamiento rural
El ayuntamiento de Camarasa ha abierto una segunda convocatoria para vender 11 parcelas de suelo urbano de titularidad municipal, con lo que pretende facilitar el acceso a una vivienda en el pueblo a jóvenes y familias con hijos.
El consistorio repite esta iniciativa tras constatar que vuelve a haber demanda de casas nuevas en la localidad, pero no terrenos disponibles para construirlas. La venta se hará a través de un concurso y con un precio inferior al del mercado, a 45 euros por metro cuadrado. Alabábamos hace pocos días la iniciativa del consistorio de Bellaguarda de activar un cheque bebé para aumentar la natalidad en los pueblos pequeños y apoyamos todas las iniciativas que puedan ayudar al asentamiento rural porque es precisamente el mundo local, aunque con escasos recursos, el que más y mejor conoce sus necesidades y aunque las administraciones supramunicipales tienen la obligación de velar por el reequilibrio territorial, los consistorios deben predicar con el ejemplo.